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Europa, 2.634 días más tarde

LA CONTRACRÓNICA

el 02 jun 2013 / 01:16 h.

Los jugadores celebran el 1-1 / Marcamedia Los jugadores celebran el 1-1 de Jorge Molina / Marcamedia Fue el 16 de marzo de 2006, en una noche de finales de invierno, ante el Steaua de Bucarest. Era la vuelta de los octavos de final de la Copa de la UEFA y el Betis ya exhibía los primeros síntomas de los males que poco a poco lo fueron abocando al descenso. A aquellas alturas de campaña estaba descompuesto, mental y físicamente. Joaquín fue expulsado, su equipo cayó por 0-3 y Europa desapareció. Han transcurrido siete años, dos meses y dieciséis días, un mundo sin que el Betis fuese Eurobetis, sin que Europa disfrutase de su compañía justo después de dejarle entrar en esa mansión de ricos que es la Liga de Campeones. Han sido 2.634 días sin eliminar al Milan, sin darse un paseo por Kaiserslautern, sin enmudecer para admirar un gol de Zidane desde el centro del campo, sin exhibiciones de Joaquín como mediapunta... y sin un gol del pequeño Dani al gigantesco Chelsea de José Mourinho. En estos largos siete años sin tantas gestas, sin tantas victorias para la historia y sin tantas derrotas también para el recuerdo, el Betis ha vivido, ha muerto y ha resucitado. Ha bajado a Segunda, ha subido, ha superado un concurso de acreedores y ha visto cómo Manuel Ruiz de Lopera dejaba de ser el hombre que mandaba. En estos siete años se han ido los trece futbolistas que intervinieron en aquel encuentro ante el Steaua y el técnico que los dirigía, Lorenzo Serra Ferrer. También se fueron muchos de los que descendieron al equipo, ayer hace cuatro años y un día. Y se marchó para no volver, aunque siempre esté presente, Miki Roqué. En estos siete años, en el sillón que casi todos los días ocupó Lopera se han ido sentando Luis Oliver, tres administradores judiciales y, al fin, un consejo que ha conseguido el milagro de los panes y los peces. Sin dinero, sin más patrimonio que la afición, un técnico y unos jugadores heroicos y una dirección deportiva sobresaliente, el Betis ha multiplicado sus recursos desde la austeridad y la racionalidad y el resultado es Europa, como antes lo fueron el ascenso y la permanencia. No es casualidad que el club haya ido creciendo a todos los niveles, el deportivo el primero, desde que Lopera puso fin a su ciclo. Y hoy, 2.634 días después, el Betis vuelve a ser el Eurobetis. Que dure.

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