El equipo europeo pisa suelo americano para encadenar el cuarto triunfo consecutivo del Viejo Continente sobre el campo de golf de Valhalla, en Kentucky, con los chicos de Paul Azinger enfrente, que intentarán voltear la tendencia negativa que les ha perseguido en las dos últimas décadas.
Desde 1985 el equipo europeo ha levantado ese minúsculo trofeo en ocho de las once ocasiones.
Está claro que EEUU no pasa por sus mejores momentos. Ni siquiera la 'megaestrella' Tiger Woods y su liderazgo han bastado para evitar tanta debacle. Si su presencia no es suficiente para ganar, que los americanos pierdan al 'tigre' por una lesión de rodilla en la XXXVII edición los deja al borde del fracaso. Con seis debutantes reclutados por el capitán Azinger las posibilidades parece que no aumentan.
Al margen de todo ello y aunque Azinger asegura que consultará vía móvil y diariamente las incidencias del torneo con Tiger, este es el panorama general con el que tendrá que batallar el equipo estadounidense: Europa está crecida y confiada en sus posibilidades, con un grupo de trabajo más compacto y acostumbrado al formato "match play" (por hoyos).
Sus hombres tienen más experiencia en Ryder Cup -cuatro debutantes-, poseen dotes de liderazgo (Westwood, García o Jiménez) y vienen de ganar los mejores torneos de la temporada. Los europeos, además, ya no se ven sorprendidos por los campos americanos, ni por sus calles o "greens" y su capitán, Nick Faldo, es garantía de experiencia en Ryder Cup, que además está asesorado por José María Olazábal. Los Sergio García, Jiménez y compañía parecen tenerlo muy fácil (otra vez) ante EEUU.
