La Unión Europea va a modificar la normativa sobre requisitos de capital a los bancos y lo hará basándose en el modelo de provisiones aplicado en España, que obliga a las entidades a destinar reservas en las fases de expansión para hacer frente a potenciales pérdidas futuras.
Un modelo, el aplicado por el Banco de España desde 2000, que ha servido de ejemplo en numerosas ocasiones.
Y es que los Veintisiete son conscientes de que la falta de provisiones anticíclicas fue uno de los factores que contribuyó al agravamiento de la crisis financiera y han decidido actuar para que no se repita.
Los ministros de Finanzas de la UE acordaron ayer, de manera unánime, introducir un enfoque a más largo plazo, consistente en acumular provisiones a partir de los beneficios obtenidos en las épocas de bonanza. La CE presentará un informe a finales de septiembre con vistas a aprobar una propuesta legislativa en otoño.