La escalada en los precios de la energía provocada por los conflictos en los países árabes no tendrá efectos en la recuperación económica de la UE, o al menos en eso confían sus gobernantes. La Comisión Europea revisó ayer al alza en una décima su previsión de crecimiento tanto para el conjunto de la Unión (hasta situarla en el 1,8% del PIB) como para la Eurozona (1,6%). No obstante, el encarecimiento del petróleo y de otras materias primas disparará la inflación hasta el 2,5% y el 2,2%, respectivamente, por encima del objetivo del Banco Central Europeo (BCE), lo que podría adelantar una alza de los tipos de interés.
En todo caso, el Ejecutivo comunitario descartó que la subida del crudo vaya a provocar una recaída en la recesión en Europa. Este incremento "tiene un impacto, pero con estos precios del petróleo es todavía relativamente limitado sobre el crecimiento económico en Europa", aseguró el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn. "Ciertamente, con este tipo de evolución en los precios, no esperamos ningún tipo de recaída en la recesión", sentenció.
Explicó que las previsiones hechas públicas ayer por Bruselas se basan en un precio medio del barril de 102 dólares para todo el año, aunque en las últimas semanas ha superado ya los 110 dólares. Un incremento del 10% por encima de lo previsto tendría un impacto en el crecimiento en Europa inferior al 0,1% del PIB este año, según Rehn.
En lo que se refiere a la inflación, la Comisión restó importancia a las subidas de los últimos meses y subrayó que "las presiones inflacionistas subyacentes (excluyendo energía y alimentos) se mantendrán bajo control por el estancamiento de la economía, el débil crecimiento de los salarios y la credibilidad de las previsiones globales de inflación". Bruselas augura que a finales de año el índice vuelva a aproximarse al 2% tanto en la Eurozona como en la UE. En todo caso, "los riesgos que pesan sobre la inflación se ven acentuados en cierta medida por la evolución política actual en Oriente Próximo y África del Norte", afirma.
Rehn destacó que las previsiones económicas ponen de relieve que "tras la ralentización del crecimiento en la segunda mitad del año pasado, la recuperación volverá a ganar fuerza este año". Además, aunque las exportaciones seguirán sosteniendo la recuperación, ganará más peso en el crecimiento la demanda interna, lo que generará un crecimiento más sostenible.
Sin embargo, no todas las opiniones van en esta línea. Según refleja un informe elaborado por Ernst & Young Eurozone Forecast, las presiones alcistas sobre el precio del barril de petróleo desatadas por la incertidumbre política y social en el Norte de África podrían mantenerse durante los próximos meses y, en el caso de que los precios continuaran al alza hasta superar su anterior máximo histórico del verano de 2008 y alcanzar los 150 dólares, la Zona Euro se situaría "al borde de la recesión".
... y revisa al alza el crecimiento para España
La Comisión Europea revisó ayer al alza en una décima la previsión de crecimiento para España en 2011 hasta situarla en el 0,8% del PIB, todavía por debajo del 1,3% que calcula el Gobierno. No obstante, Bruselas pronosticó que la inflación se disparará hasta el 2,4% de media anual, nueve décimas más de lo previsto en otoño, por el impacto de la subida del petróleo y de otras materias primas pero también por el aumento de los impuestos. En todo caso, España será la gran economía de la UE que menos crezca. En contraste, la alemana avanzará un 2,4%, la británica un 2%, la francesa un 1,7%, la italiana un 1,1% y la polaca un 4,1%. Para el conjunto de la UE, el Ejecutivo comunitario augura un crecimiento del 1,8% y para la Eurozona del 1,6%.
En el caso de España, "la demanda doméstica seguirá débil este año porque el paro continúa en máximos históricos, la construcción residencial se ajustará todavía más, el proceso de desendeudamiento de hogares y empresas continúa y el sector público restringe el gasto en consumo e inversión".
La Comisión considera que "los progresos en la consolidación fiscal y las reformas estructurales en el mercado laboral, el sistema de pensiones y el sector bancario han tenido un impacto positivo" en el mercado de bonos españoles.
No obstante, las condiciones de crédito para el sector privado son todavía más estrictas. Pese a todo, una disminución moderada de la tasa de ahorro de los hogares españoles desde el pico de 2009 permitiría un "crecimiento modesto" del consumo privado. También mejoraría la inversión privada gracias sobre todo a la recuperación de la demanda externa.
Por su parte, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, aseguró que la Comisión Europea tendrá que mejorar más sus previsiones sobre España. Salgado recordó que tanto los pronósticos del Gobierno como los objetivos de reducción del déficit se han cumplido e incluso superado.
