Todo cambio conlleva salidas. En este caso, la profunda remodelación a que ha sometido el nuevo presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, el gabinete de consejeros y consejeras, lleva aparejadas tres salidas que se suman a las ya conocidas de Manuel Chaves, Gaspar Zarrías y Enrique Cervera, que fueron a Madrid tras la llamada de Zapatero al primero para ocupar la vicepresidencia tercera del Gobierno.
Una de las políticas sevillanas más relevantes del último lustro, Evangelina Naranjo, deja la consejería de Justicia en manos de la que hasta ahora era la delegada de este mismo organismo en Granada, Begoña Álvarez. Naranjo, que con anterioridad había ocupado la cartera de Gobernación, no cumplía el perfil 'técnico' que José Antonio Griñán buscaba para revitalizar la Justicia en Andalucía, lo cual, según fuentes socialistas, ha precipitado el cambio a favor de la granadina, abogada de profesión.
Naranjo deja sobre la mesa de su despacho proyectos muy importantes para Sevilla y Andalucía, tales como la nueva ciudad de la Justicia en Los Gordales.
La salida de Francisco Vallejo de la Consejería de Innovación también supone el cese del que había sido uno de los hombres fuertes de distintos gabinetes de Manuel Chaves, primero como consejero de Obras Públicas, después en Salud y ahora por último en la Consejería de Innovación.
La tercera consejera que ha salido del gabinete es Teresa Jiménez, tras su nombramiento después de las elecciones andaluzas del pasado año. Jiménez había desempeñado con anterioridad los cargos de Delegada del Gobierno de la Junta en Granada y de directora del Instituto Andaluz de la Mujer.
