Los árboles de Palos de la Frontera lucen pelados. Es tiempo de poda, pero los expertos coinciden en denunciar que no se deben hacer podas tan "salvajes" o "excesivas" como las que se están viendo allí, en San Lorenzo o San Jacinto y en que si se hacen por el peligro que suponen estos árboles para peatones o conductores, deberían adoptarse medidas más "valientes" y, al tiempo, más económicas, como la sustitución de los árboles que ya no tienen cura.
El mal estado de los árboles de Palos de la Frontera es evidente. "Por las malas operaciones en el pasado están infectados por hongos e insectos. Están podridos y por eso representan un peligro para los ciudadanos, ya que se pueden caer ramas. Por eso creo que el Ayuntamiento optó por esta poda que, por lo general, no está aconsejada", explica José Manuel Rodríguez, director de la Escuela de Jardinería Manuel Romero Murube de Forja XXI. En su opinión, y como ya planteó en la Mesa del Árbol, habría que tomar decisiones "valientes" y sustituir estos árboles, que requieren un mantenimiento con un alto coste económico. Eso sí, antes hay que explicar a la población por qué se opta por la tala: "Hay una percepción social de que es una pena quitar arbolado, pero sería cortar y volver a poner otros ejemplares más adecuados". Además, sería el momento para "remodelar el acerado", algo en lo que coincide José Elías, especialista y exjefe de Parques y Jardines.
"Creo que es tirar el dinero. Con los árboles pasa igual que con los edificios, hay momentos en los que hay que declararlos en ruina y tirarlos, aunque hay que justificar su arranque a la ciudadanía". En su opinión, se está llevando a cabo una "poda excesiva", cuando cada árbol necesita un tratamiento en función de su posición y necesidades. "Aquí se hace en todos la misma poda", critica tras indicar que los árboles de Palos de la Frontera pueden tener entre 80 y 90 años. "Se plantaron para la Expo del 29 y su lamentable estado es tan grave como que los jardines de San Telmo se hayan convertido en un aparcamiento", apostilló.
Elías apuntó que en San Lorenzo las podas también fueron excesivas y que esos árboles están deformados por el espacio tan estrecho en el que se encuentran. "La ciudad tiene que programar la sustitución paulatina de los viejos ejemplares y la plantación de nuevos y aprovechar las obras para ello", indicó tras subrayar que existe un informe sobre qué especies se adaptan mejor a la ciudad.
Rafael Sanmartín, portavoz de la Plataforma pro Parques y Jardines, tildó de "bestialidad" las podas que se realizan y criticó la falta de planificación. Apostó por sustituir los árboles en mal estado y resaltó que al podar en exceso se acaba con la sombra y con el aporte de oxígeno, la recuperación del árbol es más lenta y el impacto visual es negativo.
