Economía

Expertos temen otra crisis del cereal al parar Rusia las ventas

La especulación regresa a las materias primas aunque los silos españoles están repletos

el 15 ago 2010 / 18:27 h.

Una explotación de trigo en la provincia de sevilla con el cielo amenazando tormenta.

Planea la sombra de una nueva crisis del cereal. La decisión de Rusia de frenar sus exportaciones a causa de la destrucción de cosechas por culpa del fuego, que en las últimas semanas ha devastado miles de hectáreas en el país, ha puesto en alerta a los mercados, que ven que estas producciones pueden dispararse como ya sucediera hace dos años y no sólo por la posible escasez, sino porque en situaciones como ésta entra en juego la astucia de los especuladores.

La cosecha de cereales en Rusia podría caer en 2010 hasta los 60 millones de toneladas, según los datos del Ministerio de Agricultura ruso. La prohibición de las exportaciones que entró en vigor ayer se plantea, como mínimo, hasta finales de año y afecta al trigo, centeno, cebada, maíz y a la harina de trigo y de centeno, pero no al arroz.

La situación provocará, con toda probabilidad, un encarecimiento de alimentos básicos como la harina, y como consecuencia de ello, de productos como el pan o la pasta. En la denominada crisis del cereal del periodo 2007-2008, el precio mundial del trigo se disparó en ciertos momentos hasta el 60% y el maíz hasta un 85%, lo que tuvo su traducción en la compra.

En la actualidad, los precios europeos del trigo han aumentado más de un 12%, hasta los 236 euros la tonelada, mientras que en EEUU los futuros de ese cereal han crecido más de un 80% desde mediados de junio, la mayor subida en cerca de 40 años.

Lo que más se teme es que los gobiernos se vuelvan proteccionistas a este respecto, como sucedió en la anterior crisis, cuando hubo países como Egipto o Arabia Saudí que realizaron compras compulsivas para asegurarse el abastecimiento. Y es que esta escasez de alimentos realmente se tradujo entonces en problemas alimentarios para 37 países, entre los que se encontraban los más pobres de Asia y África, y más de una decena de ellos registraron durante esos meses disturbios motivados por el miedo de la población a quedar sin los productos básicos para comer.

Recientemente, el director general de la FAO, Jacques Diouf, señaló al periódico británico Financial Times que las existencias globales de cereales, que actúan de colchón durante las crisis, se han recuperado desde 2007-08.

Pero Diouf advirtió de que las compras debidas al pánico y las prohibiciones de exportar, como la rusa, alimentan la especulación y pueden llevar en el peor de los casos a una nueva crisis alimentaria mundial.

Entonces, la mala meteorología fue la causante, junto a otras variables, de llegar a una situación extrema. Y es que a ello hubo que sumar que en los últimos años el crecimiento de la demanda de este tipo de alimentos por parte de los países emergentes es exponencial. Así sucede en Estados como China, India o Brasil, una situación que se podría repetir si se llega a un contexto de alerta como el de hace dos años. También se apuntó entonces a la producción de biocarburantes como culpable de la crisis, aunque el montante de cereales que entonces se destinaba a este fin apenas alcanzaba el 2% en España y en la UE.

Lo mismo sucede en el campo. Los precios desorbitados que se podrían alcanzar si se vuelve a expandir la alarma del desabastecimiento a causa del cierre ruso de fronteras podrían afectar de manera considerable al sector ganadero español, ya mermado por los bajos precios a los que les compran sus productos. En 2007, se apuntó unas pérdidas de 1.200 millones, aunque al encarecimiento de los cereales se sumaron los problemas sanitarios por la lengua azul.

Pero volviendo a la actualidad, únicamente las existencias de cereales en EEUU pueden dar lugar a cierto optimismo: los agricultores estadounidenses, que son tradicionalmente los exportadores mundiales de último recurso, tienen actualmente reservas de casi 30 millones de toneladas frente a sólo 8 millones en la anterior crisis de los cereales.

Los inventarios de arroz, maíz y otras cosechas están también por encima de los niveles de hace tres años.

Según comerciantes y analistas, el que la escasez registrada en la región del Mar Negro se convierta o no en una crisis alimentaria mundial dependerá de dos factores: el tiempo y la reacción de los gobiernos.

La meteorología será crucial en los seis próximos meses, cuando los suministros pasen a depender de Australia y Argentina, que hacen sus cosechas en diciembre.

Cooperativas. El director de Cultivos Herbáceos de Cooperativas Agroalimentarias, Antonio Catón, reconoce que existe temor por la falta de trigo en una parte del mundo, si bien las existencias mundiales son altas y las estadísticas reflejan que "no debería pasar lo que ha pasado". Las cooperativas no prevén escasez tras la suspensión de Rusia.

Asaja. El presidente de Asaja-Castilla y León, Donaciano Dujo, pide "prudencia" a los agricultores y que tengan la máxima información "para que no haya intermediarios que se beneficien".

COAG. El responsable de Cultivos Herbáceos de COAG, Alejandro García-Gasco, dice que el alza de precios que demuestra el error de desmantelar las medidas públicas de intervención del mercado a través de la PAC.

UPA. El secretario general de UPA-Castilla y León, Julio López, detalla que el alza de precios es "positivo", ya que se ha vendido por debajo de los costes de producción.

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