Los grapo Marcos Martín Ponce y su compañera María Angeles Ruiz Villa fueron desalojados ayer de la sala de vistas de la Audiencia Nacional en la que se les juzgaba por el atraco a una sucursal bancaria en 1999 en Valladolid. La presidenta del tribunal, Carmen Paloma González Pastor, decidió expulsarles después de que los dos acusados protagonizasen un airado enfrentamiento con ella en el que se negaron a ser preguntados y, entre gritos, acusaron a la Audiencia Nacional de ser "un tribunal fascista".
Las quejas de los dos terroristas se debieron a que el abogado que habitualmente ha ejercido su defensa se encuentra en la actualidad en prisión. Se trata del letrado Juan Manuel Olarrieta, detenido en la última operación de la Guardia Civil contra la banda desarrollada en el País Vasco, Galicia y Madrid y en la que fueron arrestadas un total de cinco personas acusadas de colaboración con banda armada.
Abogado preso. "Os lo habéis quitado de en medio, le habéis puesto una venda en la boca por hacer bien su trabajo comprometiéndose con los presos políticos como nosotros, no reconocemos este tribunal que es un tribunal fascista y algún día seréis juzgados", gritaban los dos acusados mientras la juez les instaba a guardar silencio sin éxito.
La situación alcanzó tal grado de tensión entre la magistrada y los acusados, que el fiscal del juicio, Fernando Burgos, tomó la palabra para pedir su expulsión. Los dos terroristas fueron reducidos y desalojados por la policía.
