El Once-Andalucía ganó (61-65) a un complicado rival pese a las numerosas bajas y a varios incidentes extradeportivos. Bajas destacadas como la del experimentado Navarro, por lesión, y la de los extranjeros Capacho y Ovejero, aún en sus países. A ello se sumó que a Vargas le han extraviado una de las ruedas de su silla en el aeropuerto, teniendo el equipo que buscar una solución de emergencia, y que a David Benítez un coche le pisó un pie, levemente, pero con la necesidad de ser atendido por los sanitarios. Para colmo, a falta de siete minutos para la conclusión del duelo, Diego de Paz tuvo que abandonar la cancha por culpa de las cinco personales con la que los árbitros le habían sancionado.
Pero en esos momentos de dificultades, la casta de los andaluces se hizo más patente, con un Vargas, pese a jugar con ruedas ajenas, que se hizo con las riendas de su equipo y asumió la responsabilidad que le otorgan su veteranía y calidad, siendo un elemento clave en el desenlace final del encuentro, al ser protagonista de cuatro canastas fundamentales para la victoria.