Facua-Consumidores en Acción ha denunciado este viernes a Ryanair ante las autoridades de consumo y seguridad aérea para reclamar "sanciones ejemplarizantes" por considerar que han "puesto en peligro la salud de los pasajeros" del vuelo Sevilla-Pisa que despegó este jueves con cerca de cinco horas de retraso y los mantuvo durante ese tiempo retenido sin agua ni refrigeración.
Según ha informado Facua en un comunicado, presentarán denuncias contra la compañía aérea ante la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), dependiente del Ministerio de Fomento, y la Dirección General de Consumo de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía.
La asociación solicitará a ambos organismos que, en el marco de sus respectivas competencias, abran sendas investigaciones sobre las actuaciones llevadas a cabo por el personal de Ryanair y "el maltrato recibido por los pasajeros, incumpliendo obligaciones básicas en materia de asistencia y provocando una agesión a su salud y seguridad".
Asimismo, reclamará que se clarifique qué medidas adoptó la administración competente durante las horas en que se produjeron estas irregularidades, ya que recuerda que "ante situaciones de riesgo para la salud y seguridad de los consumidores y usuarios, las administraciones públicas competentes podrán adoptar las medidas que rsulten necesarias y proporcionadas para la desaparición del riesgo, incluida la intervención directa sobre las cosas y la compulsión directa sobre las personas".
Así lo establece el artículo 15 del Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias. Por tanto, Facua exige también que "se aclare si Ryanair informó a los pasajeros de su derecho a recibir una compensación económica por el retraso con el que el vuelo llegó a su destino".
En esta línea, la asociación de consumidores indica que "tanto el riesgo para la salud provocado a los usuarios como la falta de asistencia y la ausencia de información a los pasajeros sobre las compensaciones que fija la normativa europea pueden ser objeto de sanción por las autoridades de protección de los consumidores y navegación aérea".
Concretamente, el Reglamento CE 261/2004 del Parlamento Europeo y del Consejo de 11 de febrero de 2004 establece en su artículo 7 que "los pasajeros recibirán una compensación por valor de 400 euros para todos los vuelos intracomunitarios de más de 1.500 kilómetros".
Facua recomienda, por tanto, a los pasajeros afectados que "deben presentar reclamaciones a Ryanair exigiendo esta cantidad, más allá de las posibles denuncias por daños morales o a su salud que entiendan oportuno formular".
A 50 GRADOS SIN AGUA
Según relataron este jueves a Europa Press varios de los afectados por el retraso del vuelo Sevilla-Pisa, pasaron "cerca de dos horas dentro del avión sin agua" y a una temperatura que "rondaba los 50 grados". En concreto, el padre de uno de los bebes, una niña de 14 meses, que estaba en el avión ha explicado que los cerca de 200 viajeros que pretendían viajar han pasado todo el tiempo "sin aire acondicionado" y no ha sido hasta el final cuando han repartido "dos o tres botellas de agua" con la que han dado de beber a su hija, que se encuentra en buen estado.
"No nos dejaban salir del avión ni nos proporcionaban agua. La gente estaba muy nerviosa, hasta el punto de que un hombre desesperado finalmente ha abierto la puerta de adelante y el avión ha quedado inmovilizado", ha explicado.
Otra de las afectadas, Elisa Macías ha relatado a Europa Press que una vez estaban sentados dentro del avión, el capitán explicó la situación "únicamente en inglés" y tras escuchar las quejas habló en italiano, para que luego otra persona comunicará en un español, que "no se le entendía la mitad", que "fallaba el compresor y no se podía arrancar el aire acondicionado ni los motores".
Tras esto, según ha explicado, han abierto "después de insistir y reclamar" las puertas del avión "un rato" porque la temperatura estaba llegando a los 50 grados, si bien no se permitía a los pasajeros ponerse en las puertas. "Decían que si rozábamos la escalerilla nos expulsaban del vuelo", añade.
Esta afectada ha trasladado que "ya al final" han repartido "tres o cuatro botellas de agua", pero que las azafatas les explicaban que no había agua para todos, por lo que se repartieron entre los dos bebés y los niños que había entre el pasaje.
Finalmente el avión estaba siendo remolcado de vuelta hasta el aeropuerto y para esto "han cerrado las puertas y hemos estado otros 30 minutos dentro sin aire acondicionado" hasta que "un hombre se ha levantado histérico por la claustrofobia y el calor y se ha ido hacia la puerta delantera y la ha abierto". En ese momento, según ha indicado, se ha abierto la rampa de emergencia porque "ya no había escaleras y el avión ha quedado inmovilizado".
