Martinsa-Fadesa, la inmobiliaria presidida por Fernando Martín, se ha convertido en la primera gran víctima de la crisis del ladrillo. El consejo de administración de la compañía se vio obligado a solicitar un concurso voluntario de acreedores (antigua suspensión de pagos) ante la imposibilidad de renegociar su endeudamiento.
Cinco horas de intensa reunión y 5.100 millones de deuda a sus espaldas. El consejo de administración de la inmobiliaria Martinsa-Fadesa, con el empresario (y ex presidente del Real Madrid) Fernando Martín al frente, no tuvo más remedio que optar el lunes por la fórmula del concurso voluntario de acreedores (antigua figura de la suspensión de pagos) para tratar de "garantizar la continuidad de su proyecto empresarial procediendo al saneamiento y reorganización de la compañía a través de los instrumentos de la Ley Concursal", rezaba el comunicado emitido.
Se trata de la mayor suspensión de pagos de la historia de España con un pasivo de 5.200 millones de euros. Martinsa-Fadesa, la mayor inmobiliaria española por activos, no ha podido cumplir con los compromisos alcanzados con los bancos acreedores.
A primera hora de la mañana del lunes, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) decidía suspender de forma cautelar e inmediata la cotización bursátil de las acciones de Martinsa-Fadesa "por concurrir circunstancias" que podrían perturbar "el normal desarrollo de las operaciones sobre estos valores". En ese momento, los títulos de la inmobiliaria caían un 24,74% y cotizaban a 7,30 euros.
Pero la debacle se remonta al pasado viernes, cuando Martinsa-Fadesa lideró las caídas en la Bolsa española, con un contundente retroceso del 33,83%. ¿El motivo? Informar al mercado de que había solicitado una prórroga del plazo para obtener un préstamo de 150 millones de euros, necesario para la refinanciación de su deuda. La compañía apuntó que el incumplimiento de esta condición podría suponer el vencimiento anticipado del contrato de refinanciación.
Con dicho contrato, la compañía pretendía reestructurar a largo plazo 4.000 millones de euros de deuda, el grueso del total de 5.100 millones que actualmente soporta. De ellos, 2.579 corresponden al crédito que firmó para comprar Fadesa.
Coincide con esta situación la apertura de la negociación de la empresa con los sindicatos para ajustar su plantilla actual de 880 personas para adaptarla a las nuevas condiciones del mercado.
El actual grupo inmobiliario es resultado de la fusión el pasado año de los negocios inmobiliarios de Fernando Martín y su socio Antonio Martín con la inmobiliaria Fadesa que compraron a Manuel Jove, operación que se acordó justo antes de que en la segunda mitad de 2007 arrancara el proceso de ajuste que actualmente atraviesa el sector inmobiliario.
