El ganadero sevillano Javier Molina Orta falleció el pasado sábado, a los 82 años, y sus restos mortales fueron trasladados a dependencias de la Hermandad de la Caridad, donde ayer se ofició su funeral, informa Efe.
Molina, padre de siete hijos, fue durante muchos años el responsable del hierro de Javier Molina, formado por su padre reputado industrial del mismo nombre que usó el anagrama de la marca Mercedes, a la que representaba, para marcar los toros que siguen pastando en la finca El Sardinero, en el término municipal de Villanueva del Río y Minas (Sevilla). Actualmente, la vacada era gestionada por su hijo, Rafael Molina Candau, que apostó por refrescar las primitivas reatas de Guardiola Soto por puntas de ganado procedentes de Domecq, a través de sucesivas incorporaciones de reses de Clotilde Calvo, Jandilla y Ricardo Gallardo.
La Ganadería de Javier Molina procede de Juan Guardiola Fantoni, que adquirió a don Manuel Gamero Cívico en 1941, la que posteriormente anunciaban a nombre de Torre Abad, procedente de Parladé. Por fallecimiento de Juan Guardiola en 1948, heredó uno de los lotes su hijo Armando Guardiola Soto, que en 1949 se la vendió a Don Javier Molina. Al adquirirlas éste, cambió el hierro y la divisa por los que actualmente viene utilizando.
Molina Orta, muy conocido en los círculos sociales de Sevilla, pertenecía a la Hermandad de la Santa Caridad y fue hermano mayor de la cofradía de los Estudiantes. De hecho, estuvo muy estrechamente vinculado a esta corporación. Hermano muy antiguo, ocupó los cargos de fiscal en la Junta de 1963 a 1965, fue mayordomo segundo en la Junta de 1965 a 1967, consiliario en la Junta de 1967 a 1969 y de 1969 a 1971, todas bajo la presidencia de José Carlos Ramos Rubau.
Retornó a la Junta de Gobierno en el año 1973 como consiliario y en 1978 fue designado teniente de hermano mayor, ambas Juntas presididas por Ricardo Menal Bernal Romero. En 1982 se hizo cargo del puesto de hermano mayor de la corporación, cargo que ocupó hasta el año 1983. Además, han sido muchos años de servicio a esta hermandad y de sincera devoción a sus titulares. Según destacó ayer esta hermandad en una nota, era una persona asidua a los cultos de todos los martes y un ejemplo de vinculación y disponibilidad para la corporación.
En el recuerdo emocionado hacia su persona y su familia, sus hermanos elevan oraciones al Santísimo Cristo de la Buena Muerte y a su madre Bendita de la Angustia para que lo acojan en su seno y pueda disfrutar de un descanso en paz, concluye el texto de Los Estudiantes.
