El empresario y ex diplomático Manuel Prado y Colón de Carvajal, uno de los impulsores de la Expo 92, falleció la madrugada de ayer en su domicilio de la avenida de La Palmera a los 78 años, después de varios años de lucha contra el cáncer, rodeado de sus cinco hijos y de su segunda esposa, Celia García Corona, con la que se casó hace 23 años. Será enterrado a las 11.30 horas de hoy en el cementerio de San Fernando, en la más absoluta intimidad, según comunicó ayer la familia.
Amigo personal del Rey don Juan Carlos, del que fue administrador privado durante más de dos décadas y por cuya designación fue senador en la legislatura constituyente, Prado fue figura imprescindible en el entorno del monarca y personaje social de referencia, fundador de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción que preside la Reina Sofía y distinguido con diversos galardones, como la Orden Militar de Malta.
En Sevilla participó en el germen de los principales eventos políticos fraguados en los años 80, como la Expo 92 y su posterior herencia empresarial, además de situarse en la primera línea social por su afición a costumbres como los toros. Llegó a ser Rey Mago en la Cabalgata de 1991, encarnando a Melchor.
Su trayectoria se torció por su implicación en las irregularidades financieras que le valieron condenas por delitos económicos en los casos Grand Tibidabo y Torras, que finalizaron con su ingreso en la cárcel en 2004. Aunque a los dos meses fue excarcelado por motivos humanitarios, Prado acabó alejado del éxito social y empresarial del que había disfrutado.
El perfil bajo con el que Prado vivió durante sus últimos años se hizo evidente ayer con la discreta afluencia de personajes públicos al velatorio establecido en el tanatorio de la SE-30, donde familiares y amigos recibieron las condolencias y una corona de flores de la Casa Real, informaron a Europa Press fuentes cercanas a la familia. A última hora de la tarde acudió el vicepresidente segundo del Gobierno, Manuel Chaves, que como presidente de la Junta de Andalucía mantuvo una estrecha relación con Prado durante los años preparatorios de la Expo de Sevilla. También visitaron a la familia el portavoz municipal del PP , Juan Ignacio Zoido; el empresario Javier Benjumea; el ganadero Álvaro Domecq y el pintor Manuel Salinas, que destacaron de él la serenidad y la fe religiosa con la que afrontó su enfermedad, informa Efe.
Descendiente de Colón. Descendiente directo del almirante Cristóbal Colón, Manuel Prado perdió el brazo izquierdo con sólo 18 años, ya que le fue amputado a causa de un accidente de tráfico. Nacido en Quito (Ecuador) el 17 de noviembre de 1931, se trasladó a España a los siete años, donde desarrolló una intensa carrera en el mundo empresarial. Era licenciado en Derecho por la Universidad de Madrid y en Economía por la London School of Economics y había cursado estudios superiores en La Sorbona de París. A principios de los años 50 empezó a trabajar en la Bolsa de Madrid y después en una empresa de importación de maquinaria, hasta que fundó la suya propia, especializada en vender buques a Latinoamérica.
Presidió la Asociación Nacional de Constructores Navales y a finales de los 60 se asoció con el grupo argentino Wemberg y participó en la creación de empresas metalúrgicas como Olarra, Llodio y Tubacex. Fue presidente de la Société Generale de Banque en España, de Ericson y de Intelsa.
Con el inicio de la democracia fue senador por designación real en la legislatura constituyente (1977-1979). Presidió Iberia de 1976 a 1978, y lo compatibilizó con la presidencia de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo.
En 1978 fue nombrado presidente del Centro Iberoamericano de Cooperación y embajador de España en Misión Extraordinaria.
Fue presidente de la Comisión Nacional de los actos del V Centenario del Descubrimiento de América en los años 1981 y 1982, y ese mismo año defendió con éxito la candidatura de Sevilla para la Exposición Universal de Sevilla, que finalmente se celebró en la ciudad en 1992. Después trasladó su residencia a Suiza, donde presidió las empresas Vilassar Internacional y la inmobiliaria Trebol.
Prado fue vicepresidente de Grand Tibidabo (1990-1992) y vicepresidente de Tibigardens (1991-1992), empresa promotora del parque temático Tibigardens (actualmente Port Aventura).
Fue miembro del consejo de administración de la Expo en representación del Ayuntamiento de Sevilla y en 1992, finalizada la muestra, se convirtió en presidente de Partecsa, la empresa que gestionó el parque tecnológico Cartuja 93, heredera de la gestión de los activos de la Expo. También lideró el nacimiento de Isla Mágica. Sin embargo, tuvo que abandonar Cartuja 93 tras ser imputado en el caso Tibidabo.
En 1996 fue nombrado presidente de honor de la compañía que reutilizó las infraestructuras de la Expo. Era además presidente y promotor de la Fundación Cristóbal Colón desde 1991.
Como responsable de Grand Tibidabo, fue condenado en 2008 por apropiación indebida a tres meses de prisión por la Audiencia Nacional en el caso de la descapitalización de la compañía catalana. El Tribunal Supremo ya le había condenado en 2007 a un año de prisión por apropiación indebida por un desvío de dinero del Grupo Torras.
Se casó con Paloma Eulate, con quien tuvo tres hijos, y en segundas nupcias con Celia García Corona, con la que tuvo dos descendientes más. Uno de sus hijos es el actual presidente de Endesa, Borja Prado.
Condolencias. El parque temático Isla Mágica expresó ayer "las más sentidas condolencias por su reciente fallecimiento" a la familia de Prado, quien, como se recordó a través de un comunicado, fue "clave para la gestación de este espacio de ocio", del que fue presidente en su primera etapa. Posteriormente, por unanimidad de todos los accionistas, se convirtió presidente de honor, como reconocimiento a "su esfuerzo y generosidad hacia Isla Mágica".
