Sesenta y cuatro años cumpliría el próximo mes de marzo. José Antonio Rúa, uno de los fundadores del célebre grupo de sevillanas Cantores de Híspalis, falleció ayer en su domicilio del municipio de Olivares después de luchar durante varios años contra un cáncer de pulmón, según informó a este periódico uno de los componentes del conjunto, Pascual González. Delgado y menudo, de ahí que le apodaran el Canijo, sus compañeros de tantos años de escenario le recuerdan como un auténtico pildorilla y como ese componente mayor que iba tirando del carro del grupito de niños desde que el conjunto empezara a dar sus primeros pasos en el Polígono se San Pablo. Le gustaba reírse de su propia sombra. Rúa ya formó parte del grupo Los Macarenos, fundado en 1976 en Sevilla, y que más tarde cambiaría su denominación por la de Cantores de Híspalis. El grupo estaba formado entonces por el también ya fallecido Fali (Rafael Ojeda), Juani (Juan Luis Calceteiro), Ricardo Pujol y el propio José Antonio Rúa. Cuando llegó Pascual González se fue Ricardo y entonces pasaron a llamarse Cantores de Híspalis. En 1989, José Antonio Rúa y Rafael Ojeda dejaron el grupo, siendo sustituidos por Carlos y Mario Ruiz, hasta ese momento, integrantes de un grupo musical denominado Alquvira. Desde sus inicios, han tenido ocho formaciones distintas con tan solo seis cantores. Durante la etapa en que formó parte de Cantores de Híspalis, entre 1976 y 1989, este conjunto musical llegó a grabar 15 discos. Algunos forman parte de la historia de las sevillanas.
