Mercè Sala, ex presidenta de Renfe, antigua concejala del Ayuntamiento de Barcelona y actual presidenta del consejo de Trabajo, Económico y Social de Cataluña, ha fallecido esta madrugada en un hospital barcelonés tras una larga enfermedad.
Según han informado a Efe fuentes del Consejo de Trabajo, Sala, nacida en Barcelona en mayo de 1943, falleció en el hospital Sant Pau de Barcelona, donde fue operada hace quince días con motivo del tratamiento al que estaba sometida.
Esta destacada militante del PSC logró una gran notoriedad pública cuando fue elegida para presidir la compañía Renfe, que dirigió entre 1991 y 1996.
El pasado mes de abril, la Generalitat le concedió la Creu de Sant Jordi por su contribución a la vida democrática, al progreso social y al desarrollo de Cataluña y España.
Mercè Sala Schnorkowski, nieta por parte de madre de un polaco que se afincó en Barcelona, estudió Económicas en la Universidad de Barcelona, donde en 1967 fue expulsada por su militancia en movimientos de izquierda, por lo que tuvo que completar la licenciatura en la Universidad de Bilbao.
Entre 1971 y 1979 fue jefa del servicio de análisis financiero y tesorería del Banco Industrial de Cataluña, del grupo Banca Catalana, tarea que compaginó con su militancia política en el Front Obrer de Cataluña (FOC), vinculado al Frente de Liberación Popular, donde coincidió con Narcís Serra, Pasqual Maragall y Miquel Roca.
En 1975 ingresó en Convergencia Socialista, que contribuyó a la fundación del PSC, donde ha formado parte en varias etapas del Consejo Nacional.
En las primeras elecciones municipales democráticas, del 3 de abril de 1979, fue elegida concejala del Ayuntamiento de Barcelona, cargo en el que fue reelegida en 1983 y 1987.
En 1987 fue elegida presidenta de la Entidad Metropolitana del Transporte y en 1989 de las empresas Transportes de Barcelona SA y de Ferrocarril Metropolitano de Barcelona SA.
Fue también concejal-presidenta del Consejo Municipal del Distrito de Sants-Montjuic y miembro del Comité Ejecutivo del Comité Olímpico Organizador de los Juegos de Barcelona de 1992.
Dada su experiencia en el campo del transporte, su nombre sonó en 1986 como posible candidata a la cartera ministerial de Transportes del gobierno de Felipe González. Aunque no llegó a ser ministra, el 12 de abril de 1991 el Consejo de Ministros la nombró presidenta de Renfe, en sustitución de Julián García Valverde.
Fue como presidenta de Renfe cuando alcanzó su mayor popularidad, al modernizar el servicio ferroviario de esta compañía pública.
El 31 de enero de 2006 fue nombrada presidenta del Consejo de Trabajo, Económico y Social de Cataluña, y en marzo la Generalitat aprobó su autorización para continuar como presidenta del Conejo Social de la Pompeu Fabra, "por razones de especial interés público", de acuerdo con la aplicación de la ley del régimen de incompatibilidades de los altos cargos de la Generalitat.
