Aún con la resaca de la muerte del cómico Fernando Fernán-Gómez, la danza contemporánea perdió ayer a uno de sus mayores exponentes, el coreógrafo francés Maurice Béjart, quien falleció a los 80 años de edad en la ciudad suiza de Lausana, donde residía y dirigía su Ballet desde hace décadas.
"Perdemos al coreógrafo que ha revolucionado profundamente la danza del siglo XX, y al gran director de una compañía y de una escuela de danza mundialmente conocidas", señaló en un comunicado la Fundación Béjart Ballet Lausanne y la Ciudad de Lausana, que anunciaron la noticia. La compañía, que conoció a las once de la mañana de ayer el fallecimiento de su director, no duda en afirmar que con su desaparición "muchos bailarines han perdido un padre, un maestro, una fuente de inspiración".
Y asegura que con la muerte del bailarín y coreógrafo "perdemos a un gran amigo, un creador de una fecundidad excepcional, a un artista visionario y humanista". Béjart falleció después de haber permanecido ingresado varias semanas en el Centro Hospitalario Universitario de Vaud, en Lausana, aquejado de dolencias cardiacas y renales. Semanas antes había sido ingresado otra vez debido al cansancio y la sobrecarga. Entre las más de cien personas que integran su compañía reinaba la tristeza, aunque también el convencimiento de que su figura permanecerá a través de su gran obra, que con su espíritu transgresor no dejaba indiferente.
dolencias. "Tenía el honor de haber dirigido, bajo nombres diversos, la misma compañía durante 50 años de trabajo ininterrumpido", agregó el Ballet en su comunicado. El coreógrafo sufría desde hacía algunos años algunos problemas médicos que le habían obligado a reducir su actividad.
Próximo a cumplir 81 años el próximo 1 de enero, algunas de estas dolencias se le agravaron últimamente, lo que llevó a su ingreso en el hospital, donde debía seguir durante varias semanas tratamiento médico.
Ello no le impidió seguir trabajando, y desde su cama del centro médico estaba coordinando una nueva creación, que se estrenará en diciembre, bajo el título de La vuelta al mundo en 80 minutos. Por ello, a pesar de la tristeza, los miembros de la compañía no van a tener oportunidad de descansar, pues antes del estreno mundial del nuevo espectáculo, que se desarrollará del 20 al 30 de diciembre en el Teatro de Beaulieu, en Lausana, tienen programado bailar en Alemania la semana próxima. Después del estreno de la última creación, la compañía viajará a París en febrero para iniciar una gira mundial.
Nacido en Marsella (Francia), tras vivir muchos años en Bruselas, Béjart se instaló en Suiza en 1987, donde creó la compañía que dirigía actualmente. "Sentimos una inmensa tristeza, pero al mismo tiempo le agradecemos a Béjart el inestimable tesoro que nos ha confiado", señala la compañía en su comunicado.
En su repertorio hay más de doscientas coreografías, entre ellas El pájaro de fuego, la Novena Sinfonía de Beethoven, La misa del tiempo presente, Malraux o la metamorfosis de los dioses y La consagración de la primavera. Hombre solitario pero sociable, el coreógrafo no temía a la muerte porque "es una certeza", según dijo recientemente en una entrevista con un medio suizo.
