Una estudiante holandesa de 16 años falleció y 15 compañeros suyos de instituto, además de cinco adultos, resultaron heridos tras volcar ayer el autocar en el que viajaban por la autopista AP-7, en Bàscara (Girona), por causas que todavía se desconocen. En la tarde de ayer, 10 alumnos ya fueron dados de alta del hospital. El accidente se produjo hacia las 06.20 horas cuando el conductor perdió el control del vehículo, de dos pisos, y volcó en la AP-7, en la salida número cinco, según informaron los Mossos d'Esquadra.
El autocar había salido de la población de Nijmegen, en la provincia de Helderland, situada en el sur de Holanda, y en su interior viajaban 60 personas -el conductor, un grupo de 53 estudiantes adolescentes y seis monitores-. Los Mossos d'Esquadra investigan las causas del siniestro, entre las que no se descarta una distracción o desvanecimiento del conductor después de que éste hubiese dado negativo en la prueba de alcoholemia. Por lo pronto, está detenido por una posible imprudencia grave con resultado de muerte.
Los agentes revisaron el tacógrafo del autocar, que constató que habían efectuado una parada antes de cruzar la frontera, en Montepellier (Francia).
El delegado de la Generalitat en Girona, Jordi Martinoy, manifestó que "el autocar era un vehículo muy grande, la curva es muy cerrada y quizás podría haber habido una velocidad inadecuada, pero eso entra dentro de la investigación y se deberá averiguar".
El portal holandés de noticias Radio Nederland, que citó ayer fuentes de la organizadora del viaje -Travel Inventive-, aseguró que el conductor del vehículo "se asustó al ver algo cruzarse en la carretera y perdió el control".
El departamento de Salud de la Generalitat indicó en un comunicado que, además de la joven muerta, el accidente causó 20 heridos, 15 jóvenes y cinco adultos. Entre los heridos, 10 de ellos fueron dados de alta en la tarde de ayer, se encontraba una chica de 15 años ingresada en el hospital Josep Trueta de Girona en estado grave, aunque evolucionaba favorablemente.
Los escolares decidieron suspender sus vacaciones y volver lo antes posible a sus casas, según informó el cónsul holandés en Barcelona, Jan-Jaap van de Velde. La vuelta la realizarán en avión por miedo al autobús.
