Al menos 35 personas murieron y otras 65 resultaron heridas en un atentado suicida contra peregrinos chiíes registrado ayer cerca de un importante santuario situado al sur de Bagdad, según fuentes policiales. Las fuentes del Ministerio del Interior dijeron a Efe que una mujer que llevaba una bomba causó la explosión, a las 9.55 hora española, dentro de una carpa montada en la villa de Musayyi.
Las víctimas, en su mayoría mujeres y niños, según las mismas fuentes, eran peregrinos chiíes que se habían reunido ayer en la ermita de Awlad, camino del santuario de Kerbala, donde el lunes se conmemorará el final de los 40 días de duelo que se observa para recordar la muerte del imán Husein, nieto del profeta Mahoma, hace 1.400 años. En esa peregrinación a Kerbala participan cada año miles de seguidores para honrar la memoria del nieto de Mahoma, uno de los imanes chiíes más reverenciados, que murió a manos del califa suní Yazi en la batalla de Kerbala. Se espera que este año concurran a Kerbala dos millones de peregrinos, según el Ministerio del Interior.
El atentado de ayer es el más grave que se registra en Irak desde las elecciones provinciales del pasado 31 de enero, que, según resultados provisionales, fueron ganadas por la coalición encabezada por el primer ministro, Nuri al Maliki.
Por otra parte, un grupo de desconocidos asesinó ayer al general del Ejército iraquí Yosef Nasser, así como a su hijo, tras irrumpir en la vivienda familiar, situada en el oeste de Bagdad, informaron fuentes policiales. Las fuentes dijeron a Efe que las dos víctimas perecieron instantáneamente por el fuego de fusiles automáticos. Las autoridades dijeron que no podían identificar a los atacantes, aunque presumen que se trata de combatientes de grupos insurgentes.
