Dos niños murieron ayer al explotar un artefacto en la ciudad afgana de Kunduz, en el norte, mientras que un soldado de la ISAF y 35 insurgentes fallecieron en distintos enfrentamientos en el sur y este del país, informaron fuentes oficiales.
Los dos niños fallecieron por la explosión de una bomba en una cuneta, que también dejó a dos pequeños heridos y que fue detonada cuando pasaba por la zona una patrulla policial, informó a Efe el jefe de la Policía provincial de Kunduz, Razaq Yaqubi. El vehículo policial no resultó dañado, añadió. Mientras, la Fuerza de Asistencia para la Seguridad en Afganistán (ISAF) informó también ayer en un comunicado de la muerte de uno de sus miembros por la explosión el sábado de un artefacto ocurrida en el sur del país.
La fuerza de la OTAN no precisó el lugar de la explosión ni la nacionalidad del soldado fallecido. En otro comunicado, la ISAF informó de una operación conjunta con fuerzas afganas lanzada hace dos días contra una red terrorista en una zona montañosa remota del distrito de Urgun, en la provincia de Paktika (este), en la que murió un "gran número de militantes enemigos".
