"Los vendedores muchas veces abusan de la confianza de los compradores", sostiene Valdivieso para explicar el caso de algunos cuadros que Bellver tenía atribuidos falsamente a algunos pintores. Es el caso de dos firmados por Valeriano Bécquer y Joaquín Domínguez Bécquer. "Descaradamente no eran de ellos", asevera.
Pero quizá el caso más llamativo es el de una de las piezas de más valor de la colección, una pintura que representa la muerte de Murillo. "Estaba firmada por Cabral Bejarano. Es un cuadro enorme, pero en cuanto observé la firma detecté que no era auténtica. De hecho, el estilo no pertenece para nada a Bejarano", arguye el catedrático.
"La obra en cuestión es en realidad del pintor granadino José Marcelo Contreras, que la realizó para presentarla al concurso convocado por la Academia de Cádiz sobre la muerte de Murillo".
Como también se presentó a aquel concurso Bejarano, cuyo cuadro está en el Museo de Cádiz, el vendedor pensó que le sería más fácil colocar el cuadro en Sevilla atribuyéndoselo a un pintor hispalense. Sin embargo, lo llamativo es que la autoría real, la de José Marcelo Contreras, es más valiosa.
De hecho, logró el segundo premio en el citado certamen y su lienzo permanecía sin localizar hasta ahora, explica Valdivieso. Ésta ha sido una de las revisiones más importantes operadas en la colección a raíz de elaborar el catálogo.
