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"Faltar a la Velá es como ser músico en Viena y perderse el Año Nuevo"

Francisco Javier Gutiérrez, batuta de la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla, valora el excepcional momento de la formación que dirige días antes de recibir el homenaje de Triana.

el 14 jul 2014 / 11:00 h.

Francisco Javier Gutiérrez, batuta en mano, al frente de la Orquesta Sinfónica Municipal de Sevilla. / Javier Díaz Francisco Javier Gutiérrez, batuta en mano, al frente de la Orquesta Sinfónica Municipal de Sevilla. / Javier Díaz No es ningún secreto que la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla vive un momento dulce: además de sus sonados éxitos musicales, el pasado mes de diciembre se rotuló una calle de la ciudad con su nombre, en Cuaresma un canal local les tributó un homenaje, y ahora se preparan para el reconocimiento que les ha otorgado la Velá de Triana, una cita obligada en su abultada agenda a pesar de las fechas estivales. «Aunque somos una banda de funcionarios y julio sería nuestro mes de vacaciones, siempre las partimos para no faltar a la misa de san Agustín, el 2 de julio, a la apertura de la Velá y, ya en agosto, a nuestra cita con la Virgen de los Reyes, todo ello con sus ensayos y estudios», explica su director, Francisco Javier Gutiérrez. «Para nosotros faltar a la Velá es algo así como ser músico en Viena. Por eso también creemos que el premio lo recogen también nuestras familias, que saben que nunca tendrán un mes seguido de veraneo». El galardón está más que justificado, en tanto esta formación fundada en 1850 es fija en las inauguraciones del hotel Triana. «No sé si ha fallado alguna vez, pero desde que yo tenía 2 o 3 añitos, siempre ha estado ahí», comenta Gutiérrez, al tiempo que recuerda que cada año se escoge un repertorio especial para esta fecha. Si en 2013 el protagonismo fue de El Rocío, esta vez será el flamenco la inspiración principal, «con dos temas del mítico grupo Triana, el Dicen de mí de Camarón o la presencia de la bailaora Pilar Astola como invitada especial», apunta el director. «Todos los años inventamos algo. El talento a veces acompaña y otras no, pero el esfuerzo humano, el apego a la ciudad y sus tradiciones, es algo que nos caracteriza. Creemos que eso es lo que está premiando Triana», comenta. El director recuerda además que «estamos viviendo un momento irrepetible, porque en diez años hemos grabado más discos que en los 150 anteriores, incluyendo colaboraciones para Cáritas, asociaciones de autismo y síndrome de Down... Hemos tocado en la cárcel de Sevilla, en distritos y asociaciones de vecinos, así como en dos finales de la copa Davis, en la Bienal, con visibilidad de la banda en 120 países», subraya Gutiérrez. Siempre hay ocasiones en que las estrellas se ponen de acuerdo. Y cuando hay un grupo humano con especial entendimiento, como sucede con los equipos de fútbol, se gana el cariño de la gente», agrega. Esta unión les ha permitido ir capeando el temporal de la crisis, que también le ha tocado a la música. «Hemos vivido la cara y la cruz: una reducción de plantilla por un lado y, por otro, ha habido interinos que han podido opositar y consolidar plazas que ya existían», prosigue el director. «Una banda de las más antiguas del mundo, una institución más antigua que el Círculo Mercantil, que siga siendo rentable y a la que quiere el pueblo, es algo por lo que merece la pena apostar. Por eso invitamos a los políticos a que se sumen a la fiesta en la medida de sus posibilidades. Una cosa sí podemos prometer: no defraudaremos». Ahora de lo que se trata es de seguir por el buen camino: «Sin querer sonar presuntuoso, nos hemos convertido en un referente a nivel internacional. En los últimos tiempos han pasado por aquí directores invitados de todo el mundo, solistas de Berlín o de La Scala de Milán, artistas de todo tipo como Esperanza Fernández,Vanessa Martín o José Antonio Rodríguez; hemos hecho recuperaciones históricas, y en cada concierto hay siempre algún estreno. Tenemos esa ambición y, además, queremos demostrar que es compatible con tocar en la Velá de Triana. Que nuestros músicos toquen en el Santo Entierro y la Tercera sinfonía de Robert Smith», apostilla FranciscoJavier Gutiérrez.

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