Son en su mayoría madres, viudas, hermanas o hijas que un día vieron a sus maridos, hijos, padres o hermanos salir, como cualquier otra jornada, a ganarse la vida pero nunca regresaron. Demostrar que una empresa incumplió las normas de seguridad o cometió una negligencia que costó la vida a sus familiares se convierte en un calvario, cobrar la correspondiente indemnización supone una maraña de papeles y recuperarse psicológicamente del golpe exige años de terapia. Por todo ello, han decidido unirse en una asociación de familiares de víctimas de accidentes laborales como el que antesdeayer mismo costó la vida a cinco personas en una pirotecnia de Benacazón (Sevilla).
La organización se constituye hoy en Antequera (Málaga) y nace con medio centenar de integrantes -la mayoría de Córdoba, Granada y Jaén- y el impulso de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC).El presidente regional de la HOAC, Miguel Cruz, explica que su objetivo es "crear conciencia sobre el problema de la siniestralidad laboral" y convertirse en "un interlocutor ante la administración pública y los sindicatos" para luchar contra ella. Como asociación pedirá ayudas y subvenciones, ya que inicialmente no habrá cuota de socios, para poder prestar servicios de asesoramiento jurídico y psicológico a los familiares de las víctimas. La asociación nace abierta a heridos en accidentes personalmente y trabajadores que padezcan enfermedades laborales. La siniestralidad laboral ya ha costa la vida este año a 35 obreros, según datos de UGT-A.
