El sevillismo podrá recordar 2010 como el año en que su equipo conquistó su quinta Copa, en el que acabó cuarto en la clasificación o como el año en que perdió la Supercopa y fue eliminado de la Liga de Campeones. En cualquier caso, en pocos de esos sucesos, buenos o malos, se acordará el sevillismo de algunos jugadores de su plantilla que, otro año más, han pasado inadvertidos por culpa de sus lesiones y por la falta de soluciones.
Fazio, Acosta y Koné casi es un estribillo de los partes médicos sevillistas desde hace más de dos años. Ninguno de los tres han logrado ni convencer definitivamente ni explotar en el club nervionense, y mucha culpa de ello, que no toda, la tienen las lesiones. En el caso de Acosta, por ejemplo, apenas ha estado en condiciones este 2010, y cuando ha estado casi no ha contado ni para Jiménez ni para Álvarez. Alguna oportunidad más está teniendo con Manzano.
En total, Acosta ha disputado este 2010 con el Sevilla 13 encuentros oficiales. En la anterior temporada disputó cinco partidos, mientras que en la actual ya lleva ocho, todo un récord. Incluso ha logrado un gol en la Copa del Rey, donde ha disputado dos duelos. En la Liga seis.
Por su parte, Federico Fazio ha tenido alguna que otra oportunidad más. De hecho, ha llegado a jugar 10 encuentros de la Liga, cuatro de la Liga de Campeones, entre la eliminatoria del CSKA y la previa, uno de la Copa, otro de la Supercopa y otro de la Liga Europa. El problema es que tras reaparecer ante el Borussia y llevarse casi cuatro meses en blanco, se ha vuelto a lesionar y ahora sigue apartado del equipo y siguiendo un plan de recuperación especial. Más de lo mismo para el argentino, que como Acosta se operó el pasado verano de sus reiterados problemas de tobillo.
El gafe de Koné. En cuanto a Arouna Koné, la mala suerte se ha vuelto a cebar con él. Tras recuperarse la pasada campaña, en 2010 llegó a jugar cuatro partidos con el Sevilla y luego se marchó cedido al Hannover, donde tuvo continuidad hasta que se lesionó de nuevo de gravedad en la rodilla. El marfileño acumula ya otros siete meses de baja y parece claro que sus oportunidades en el Sevilla están agotadas.
