Cultura

‘Feelgood’, corrupción, política y poder en el Lope

Fran Perea y Manuela Velasco protagonizan la obra

el 19 feb 2015 / 13:00 h.

bin_34029373_con_16738753 Camino de convertirse en el gran éxito teatral de la temporada, Feelgood, tras una larga temporada en Madrid y una amplia gira por España, recala hoy en el Teatro Lope de Vega. Esta «comedia políticamente incorrecta», como la denomina su director, Alberto Castrillo-Ferrer, estará en cartel hasta el domingo. Fran Perea y Manuela Velasco protagonizan la obra junto a Ainhoa Santamaría, Javi Coll, Javier Márquez y el propio realizador de la misma, Castrillo-Ferrer. Tras más de 100 funciones en 26 ciudades de toda España, la obra –cuyas entradas oscilan entre los cuatro y los 21 euros– llega a la ciudad proponiendo además una sesión especial el sábado, cuando a su término el público podrá mantener un encuentro con los actores. Con texto original de Alistair Beaton, Castrillo Ferrer, ganador de un Max con su obra Cabaré de Caricia y Puntapié, dirige a un grupo de actores que han creado su propia compañía para realizar este proyecto. «¿Qué somos capaces de hacer para conservar el poder?», se preguntó ayer el director del montaje. Feelgood aspira a responder a esa espinosa cuestión. «Es una comedia de plena actualidad que nos muestra la cara más cruda del poder y hasta dónde puede llegar una persona para conseguir sus objetivos», comentó Castrillo-Ferrer. La obra nos muestra cómo vive el gabinete del presidente del Gobierno las horas previas a su discurso ante el congreso del partido y cómo se elabora dicho discurso. Todo da un giro inesperado cuando una periodista (Manuela Velasco) descubre un escándalo que puede acabar fulminantemente con el presidente. El autor de Feelgood, Alistair Beaton, es uno de los mejores escritores satírico-políticos de Reino Unido y fue, además, escritor de discursos para Gordon Brown, quien luego fuera primer ministro británico. Con esta obra consiguió el Premio Evening Standard a la Mejor Comedia en 2001. El texto emplea «trucos» de comedia mientras habla de «temas serios», dice su responsable, y eso es lo que «engancha» al público y lo que atrajo la atención del elenco, que creó para representarla su propia compañía, Entramados. La formaron en 2010, tras conocerse durante la producción de Todos eran mis hijos. «No somos tan ilusos, o sí, como para decir en voz alta que queremos hacer teatro para cambiar el mundo, pero sí que queremos hacer teatro para que el mundo no nos cambie a nosotros», aseguró ayer el director, quien presentó el montaje junto al responsable de programación del Lope de Vega, Juan Víctor Rodríguez-Yagüe. El reparto lo completan los ya mencionados Ainhoa Santamaría, Jorge Usón, Javier Márquez y Javi Coll, a quien Velasco califica como «todo un descubrimiento» y «carne de escenario». Una persona que ha sido capaz de integrarse en una «familia» (la compañía) que ya estaba «muy hecha» y que «leyó y releyó mucho» hasta dar con la obra que querían llevar a escena, anotó Perea.

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