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Feliciano y Verdasco acercan la Davis a España

En un partido lleno de tensión, agónico, y con estados de ánimos cambiantes, el equipo español sumó el segundo punto al vencer Feliciano López y Fernando Verdasco a David Nalbandian y Agustín Calleri, por 5-7, 7-5, 7-6 (5) y 6-3. Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 18:46 h.

En un partido lleno de tensión, agónico, y con estados de ánimos cambiantes, el equipo español sumó el segundo punto al vencer Feliciano López y Fernando Verdasco a David Nalbandian y Agustín Calleri, por 5-7, 7-5, 7-6 (5) y 6-3 para adelantarse por 2-1 en la final de la Copa Davis.

Un grito de una aficionada con camiseta roja, que se tapó la cara con una bandera española, puede que haya cambiado el rumbo del partido y quizás incluso de esta final, en la que España se encuentra ahora a un solo paso de lograr su tercera Ensaladera, y conquistarla por primera vez como visitante.

Sucedió en el desempate del tercer set, con un set iguales, cuando Argentina había recortado una ventaja de 5-1 y servicio de España, con saque de Fernando Verdasco, que incluso tuvo un punto de set, y había forzado el desempate de forma agónica. Tras esta sensacional remontada, con el público local más bravo que nunca, sacaba Nalbandian para hundir al equipo español con 5-1. Un grito desde la grada cuando ejecutaba su segundo servicio despistó al de Unquillo y éste cometió doble falta. Fue el momento clave de un partido que se le fue de las manos al juez árbitro de esta final, el sueco Stefan Francsson, que permitió un auténtico vendaval de silbidos y una euforia incontrolada del público argentino.

El encuentro cambió de estado de ánimo por momentos. Nalbandian y Feliciano se mantuvieron a un nivel extraordinario, tal y como lo exhibieron en la primera jornada. Pero Verdasco desperdició un set hasta que despertó por fin y se sumó al brazo ejecutor del toledano para nivelar el partido.

De inicio era un ambiente de euforia porque el equipo argentino mostraba solidez y no ofrecía resquicio alguno. Llegó entonces el undécimo juego, con servicio de Verdasco, y ahí comenzaron los silbidos, y el madrileño entregó su servicio con doble falta. Nalbandian sentenciaba este primer parcial con su saque después de levantar un 0-40.

"Verdasco se cagó, se cagó" gritaron entonces desde la grada, pero el madrileño, trabajado mentalmente por Emilio en los descansos, recuperó su energía y el segundo set cambió de dueño cuando Nalbandian bajó su excelente nivel y Calleri envió fuera una fácil volea.

Con un set iguales, España se hizo con el mando y se puso con 5-1 como un huracán, pero faltó rematar en el momento más oportuno. Salvado este parcial de forma desesperada en el desempate y tras el incidente con el servicio de Nalbandian, la moral argentina se hundió. Todo parecía decidido cuando Nalbandian cedió su saque en el quinto juego (3-2) y Calleri en el séptimo (5-2).

Nervios de Nalbandian. Verdasco tuvo de nuevo su saque para destrozar las esperanzas locales, pero desperdició dos bolas para ello. Nalbandian, bajo presión, algo nervioso y desquiciado, entregó el suyo a continuación a la tercera oportunidad después de que Verdasco culminase su reacción con un revés cruzado para enmarcar.

El último punto fue un gran resto de revés, espectacular, de Feliciano, un premio al gran hacer del toledano, que ha llevado a España a acariciar la gran victoria. Ahora sólo queda un punto, y una decisión. Emilio debe sacar conclusiones y decidir si David Ferrer está a punto anímicamente para ser recuperado, después de su debacle ante Nalbandian el viernes. La gloria espera.

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