L. Navarro / M. Serrano
Hoy toca quererse. Es 14 de febrero. Lo llaman el Día de los Enamorados y le echan la culpa a San Valentín. Opiniones de todo tipo en torno a esta fecha: "Todos los días pueden ser como éste, pero siempre se hace algo especial", dicen los enamorados; "Un día como otro cualquiera", afirman quienes no lo están.
Pero lo cierto es que las calles se llenan de corazones y los bombones, olvidados desde Navidad, vuelven más dulces que nunca -rozando lo muy empalagoso- y al mundo le da por vestirse de rojo. Por más que uno quiera no ha forma de saltarse a piola este día. Los más grandes se vuelvan con esta fiesta, y la gente, cuando se trata de fiesta, cumple. Tanto se puede celebrar que se está enamorado como se puede festejar que no se está. Quizás resulta irónico que todos los locales preparen fiestas de San Valentín destinadas a los solteros -situación eventual donde las haya- pero así es: los bares hacen buena caja con los no enamorados.
Por otro lado, las parejas siempre preparan algo, aunque todos los días sean San Valentín. Solo o acompañado, es buena ocasión para festejar. Y si prefieren quedarse en casa, no hay nada de lo que preocuparse: se pasará página como cada día y como cada año. Pueden celebrar el haberse librado del mercado del amor convocado en torno a este día.
Porque el marketing puede convencerlo hoy de casi todo. Pintar toda su casa de rojo y poner un corazón de cabecero en su cama puede resultar demasiado exagerado para celebrar el 14 de febrero, pero habrá quien se lo venda. De hecho, se venden muebles y complementos para decorar un edificio entero.
Ls tiendas viven como locas este San Valentín, desde aquel 1840 en que comenzaron a venderse las primeras tarjetas postales rojas y brillantes. Para la casa, el coche, el móvil, el baño... Todo es enamorable. Los más cocinillas no lo pueden tener más fácil con la fondue de chocolate que la tienda de menaje Casa ofrece a los enamorados por 12,99 euros el juego.
El calor de la vela derrite el chocolate mientras en el plato con forma de corazón reposan las frutas cortadas para los paladares más delicados. Si quiere descansar en la ducha tranquilamente a la luz de una vela y la lectura de un libro, el cojín de baño que ofrece esta tienda también permite un relajante descanso en soledad, con una buena textura de gomaespuma. Por 4,99 euros, la unidad. Y lo más curioso llega con el heart clock, el reloj del corazón, donde se puede colocar una foto de alguien especial para cada hora del día.
"Las esposas rojas y negras y el peluchito del oso es el regalo estrella de este año", comenta Lucía, la encargada de la tienda Funky Fish del centro comercial Los Arcos. Entre sus complementos, un pack de braguitas de corazones con antifaz del mismísimo demonio tienen un precio de 17,90 euros. Las chicas lo tendrán más complicado porque la oferta para ellos resulta mucho más reducida, siendo "el extravagante calzoncillo o el regalo erótico la salida más fácil", dice.
Las floristerías también quieren aumentar su público con hombres con la vara de orquídeas. "Sin resultar femenina, a ellos también les gusta recibir el detalle", comenta Loli, dependienta de la floristería Artiflor.
Pero el regalo ideal para la pareja romántica en un alarde de fantasía llega del sitio más estrambótico, Internet y de uno de sus portales de compra más visitados, e-Bay. La camiseta Life Shirt o camisa de la vida está disponible en varias tallas, para mujer y hombre. En su dibujo principal con varios corazones tiene indicadores luminosos que se rellenan con la proximidad de la pareja (de la otra camiseta en realidad).
Cuando tu pareja se aleja de ti se empiezan a apagar los corazones (como si fueras perdiendo la vida), pero al acercarse de nuevo empezarán a encenderse más y más hasta que con un estrecho abrazo logren encenderlos todos. De San Valentín, nada: Madre del Amor Hermoso.
