Aunque no del todo, empieza a desenmarañarse el entuerto de IU, sobre todo porque hay protagonistas del enredo que son cada vez más conscientes de si tienen o no posibilidades de ganar la batalla. En función de eso, deciden si siguen peleando.
Así, ahora es Felipe Alcaraz quien anunció que no llega hasta el final de la carrera. El responsable comunista peleó desde el principio por ser candidato por Sevilla al Congreso de los Diputados y ésa fue una de las condiciones que puso sobre la mesa para el frustrado pacto con la CUT. La organización jornalera de Sánchez Gordillo terminó pactando con los críticos y juntos suman una mayoría que ha situado a Sebastián Martín Recio, ex alcalde de Carmona, como propuesta mayoritaria de las bases de Sevilla para ese puesto.
La Asamblea regional -en la que en principio el sector oficialista de los comunistas tiene mayoría- tiene que pronunciarse sobre esas listas pero, aunque quitase a Martín Recio para poner a Alcaraz, esas candidaturas han de recibir el visto bueno a nivel federal. Y ahí el histórico comunista no tiene apoyos.
¿El argumento del presidente ejecutivo del PCE? El "hartazgo por los trapicheos de los aparatos". Según Alcaraz, la "mayoría" de los delegados que acudirán a la asamblea andaluza respaldan su candidatura, pero ha estimado que este respaldo supondría "abrir una batalla política entre Andalucía y el aparato federal, que la rechaza.
