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Los retos de Felipe VI

El próximo Soberano español tiene como principal desafío recuperar la legitimidad de la Monarquía.

el 02 jun 2014 / 16:09 h.

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Don Felipe no solo ha cursado carrera académica civil, sino que también ha estado en los tres Ejércitos. / Marcelo del Pozo (Reuters) Don Felipe no solo ha cursado carrera académica civil, sino que también ha estado en los tres Ejércitos. / Marcelo del Pozo (Reuters) El Príncipe de Asturias, que será proclamado Rey de España bajo el nombre de Felipe VI, tendrá como principal reto consolidar la monarquía cuando más está siendo cuestionada, una labor con la que se ha estado familiarizando desde que, con nueve años, recibió el título de Príncipe de Asturias, junto con los de Príncipe de Gerona y Príncipe de Viana, correspondientes a los primogénitos de los Reinos de Castilla, Aragón y Navarra, cuya unión formó en el siglo XVI la Monarquía española. Terminada su formación, el Príncipe comenzó a partir de 1996 a incorporarse poco a poco a sus funciones institucionales como Heredero de la Corona, que no están escritas en la Constitución. Desde ese año, ha estado realizando una media anual de 320 actos oficiales, 14 viajes al extranjero, 62 discursos y recibe a unas 1.300 personas al año, que suelen ser próximas a su generación, con el objetivo de mantenerse informado de la realidad nacional e internacional. También desde 1996, asume la máxima representación de España en las tomas de posesión de los presidentes iberoamericanos, desplazamientos que aprovecha para estar en contacto con la colonia española, pero también con las figuras más relevantes de la política, la economía y la sociedad de las naciones iberoamericanas. felipe-letiziaPara el Palacio de la Zarzuela, la actividad del Don Felipe adquirió su velocidad de crucero desde su matrimonio en 2004 con la periodista Letizia Ortiz, noviazgo que consiguió mantener en secreto hasta la pedida de mano, a diferencia de lo que ocurrió con sus romances con Isabel Sartorius o la modelo Eva Sannum. El nacimiento posterior de sus hijas Leonor y Sofía -además de suponer una garantía institucional- permitió al Príncipe mostrar a la sociedad una faceta hasta entonces desconocida, la del amor por su familia y de profunda preocupación por la educación de las Infantas, que ambos quieren que tengan una infancia lo más parecida a la de otros niños de su edad. El Príncipe visita periódicamente las Comunidades Autónomas y mantiene encuentros y reuniones con los órganos constitucionales y con las principales instituciones del Estado con el objeto de estar al corriente de sus actividades. Además de desarrollar un papel muy activo en la promoción de los intereses económicos y comerciales de España y en el fomento del conocimiento de la lengua y cultura españolas en el exterior, es presidente de honor de varias asociaciones y fundaciones, como la Fundación Príncipe de Asturias, Príncipe de Gerona, Codespa, la Asociación de Periodistas Europeos o el Real Instituto Elcano. Precisamente sus discursos en los premios Príncipes de Asturias o en actos relacionados con la nueva fundación Príncipe de Gerona -dedicada a promover el talento en los jóvenes- suponen la expresión más elaborada del Heredero hacia la sociedad española. A finales de 2010, en la presentación de la Fundación Príncipe de Girona, animó a su generación a «recoger» el «testigo de valentía y responsabilidad» de la Transición para situar a España en el lugar que le corresponde ante la crisis económica que atraviesa Europa y la constitución de un nuevo orden internacional cuyo centro de gravedad «se está desplazando del Atlántico al Pacífico». Un mensaje que ha repetido mucho. El Rey precisamente justificó su abdicación en la necesidad de pasar el testigo a una nueva generación que pueda emprender reformas tras las «serias cicatrices» que ha causado la «larga y profunda crisis». Las sucesivas operaciones de Don Juan Carlos en los tres últimos años brindaron la oportunidad al Príncipe de situarse en primer plano y de asumir, en algunas ocasiones, el papel que le correspondería al Rey. Se deba o no a este protagonismo, en la actualidad él goza de más simpatía que su padre entre los ciudadanos, aunque suele ser la Reina la que mejores valoraciones obtiene.

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