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Cultura

Félix G. Modroño conquista el Ateneo de Sevilla con ‘El secreto del Arenal’

El escritor vizcaíno, afincado en la capital hispalense, ambienta su novela en dos épocas, los años 40 y la actualidad, para bucear «en los jardines secretos que todos tenemos»

el 26 jun 2014 / 23:59 h.

Félix G. Modroño (c), con el premio. / Pepo Herrera Félix G. Modroño (c), con el premio. / Pepo Herrera El Ateneo de Sevilla 2014 se quedó en casa. El escritor Félix G. Modroño, vizcaíno afincado en la capital hispalense, conquistó la XLVI edición del premio de novela con su obra El secreto del Arenal, una trama de misterio «ambientada en dos épocas: los años cuarenta que transcurren en Sevilla y la actualidad cuyos sucesos se reparten entre Valencia y Sevilla», según adelantó la editorial convocante, Algaida. La novela está narrada con dos voces distintas, por lo que en realidad se trata de dos novelas en una. «La historia bucea en la hibridez del ser humano ente instinto y cultura, entre biología y moral para adentrarse en sus pasiones más recónditas en un marco que homenajea desde el mundo del vino hasta la Generación del 27», dijo el ganador. Un jurado compuesto por Alberto Máximo Pérez Calero en calidad de Presidente de Honor, Luis del Val, Ramón Pernas, Miguel Ángel Matellanes, Miguel Cruz Giráldez y María A. Prior decidió por unanimidad durante la tradicional cena en los Reales Alcázares conceder el premio a la novela de Modroño, siendo la dotación del premio de 24.00 euros y la publicación de la obra ganadora, prevista para el próximo mes de octubre. El Ateneo Joven viaja a Alicante  con 'La Santa' , obra de Mado Martínez. / Pepo Herrera El Ateneo Joven viaja a Alicante con 'La Santa' , obra de Mado Martínez. / Pepo Herrera «El secreto del Arenal son dos novelas en una. Una es una historia contada por una mujer en primera persona, en la actualidad, entre Sevilla y Bilbao; y la otra, ambientada en la Sevilla de los años 40, está contada por un narrador omnisciente. Ambas tienen elementos comunes, inicialmente crímenes que comienzan siendo impunes, y como en todas mis novelas mezclo novela negra, novela sentimental y novela histórica», explicó Félix G. Modroño. «Hago distintos homenajes: en la que se desarrolla en la actualidad, al mundo del vino, porque los protagonistas son sumilleres y eso me da la oportunidad de usar los aromas y los sentidos a la hora de desarrollar la trama. Y en la Sevilla de los años 40, rindo homenaje al parque de María Luisa –ahora que es el centenario de su inauguración– o a los poetas del 27, porque los protagonistas introducen sus poemas en cartas». «Las novelas tienen en común la pasión en las relaciones humanas, la hibridez entre instinto y cultura, entre biología y moral, La conclusión es que al final las historias se repiten a lo largo del tiempo, siempre ocurren las mismas cosas, lo que las diferencias son los medios», dice Modroño. «He querido bucear en los jardines secretos que todos tenemos, en los sentimientos que no nos atrevemos a manifestar en confidencia ni a nuestro mejor amigo, y en lo que nos atreveríamos a hacer por instinto en situaciones límite». Félix González Modroño, de padres zamoranos, nació en la provincia de Vizcaya, pasando allí su infancia y adolescencia, desde donde se trasladó a la ciudad de Salamanca para licenciarse en Derecho por la Universidad de Salamanca. A fecha de 2010, reside en la ciudad de Sevilla. Precisamente, esa variada localización de residencias en la vida cotidiana de Félix G. Modroño hace que su obra «adquiera un toque universal pero sin perder en ningún momento sus raíces hispanas», según la editorial. «En sus novelas, además de manejar con maestría el lenguaje y la trama, es digna de elogio su labor de documentación que le hace cuidar con mimo hasta el más mínimo detalle». Entre sus obras destacan Villalpando, paisajes y rincones, La sangre de los sacrificados, Muerte dulce y La ciudad de los ojos grises. «Creo que los lectores fieles me van a reconocer en las páginas de El secreto del Arenal, lo único es que se trata de una trama un poco más compleja que las anteriores. Pero el estilo es el mismo», agrega el autor. Cabe recordar que la última vez que el premio Ateneo se quedó en Sevilla fue en 2009, cuando lo obtuvo Andrés pérez Domínguez con El violinista deMauthausen.

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