El español Fernando Alonso (Ferrari) aseguró ayer que no tiene “ninguna preocupación” con vistas al primer Gran Premio de la temporada, que se disputará en Bahrein, tras comprobar en el Circuito de Cataluña que su F10 funciona a las mil maravillas.
“Hemos hecho una lista con todas las cosas que teníamos que probar durante la pretemporada y hoy hemos puesto una cruz a la última. Por tanto, creo que llegamos a Bahrein con los deberes hechos”, manifestó.
El bicampeón mundial, que ayer hizo el segundo mejor tiempo por detrás de un sorprendente Nicolas Hulkenberg (Williams), se mostró encantado con el comportamiento de su monoplaza e incluso desveló no haberlo exprimido al máximo en el simulacro de calificación que hizo ayer por la mañana.
“No hemos hecho una crono pura, sino que hemos aprovechado la calificación para probar y averiguar cosas del coche para que vaya bien en la crono y, cuando le pongas la gasolina, vaya también bien en carrera”, argumentó.
Con todo, Alonso confesó estar “tranquilo” y “feliz”, por cómo se ha desarrollado la pretemporada, aunque ha matizado que el hecho de que, para él, el F10 sea el mejor coche que jamás ha conducido, “no quiere decir que sea el mejor de la parrilla, porque eso es imposible saberlo hasta que lleguen las primeras carreras”.
“Hemos probado todas las condiciones del fin de semana y el coche ha respondido bien. Así que no tengo ninguna preocupación de cara a Bahrein”, insistió.
Alonso había marcado el mejor tiempo de la matinal (1:20.637), seguido, a tres décimas, por Pedro Martínez de la Rosa. Sin embargo, mientras ambos dedicaron la tarde a hacer una simulación de carrera, Hulkenberg dio el golpe con su Williams en un tanda de calificación.
El piloto asturiano incluso hizo un último intento de calificación al final de la sesión vespertina con el objetivo de superar de nuevo a Hulkenberg, pero no pudo completar la última vuelta porque su F10 le dejó tirado, probablemente por falta de gasolina, en una prueba rutinaria prevista por el equipo, según explicó él mismo.
