-El mapa se ha teñido de azul tras el 20-N. Sevilla y Barcelona son las únicas...
-Un puntito rojo, eso es lo que somos. El tsunami de la crisis tumba a gobiernos de izquierda, de derechas, liberales, socialdemócratas y ahora nos ha tocado a nosotros bailar con la más fea. Pero no podemos olvidar que hay siete millones de españoles -1,6 millones de andaluces- que nos apoyan. Y eso no es poco.
-Pero son los peores resultados en la historia del PSOE.
-La crisis que atravesamos es lo peor que hemos sufrido...
-¿Sólo ha sido la crisis? ¿No ha podido influir también la gestión que de ella han hecho Zapatero y el PSOE?
-La enfermedad tiene una causa que es troncal, que es la crisis, y después se le suma una serie de dolencias menores que contribuyen a matar al enfermo. Algo habremos hecho mal para que los ciudadanos no valoren políticas tan importantes como las sociales o del Estado de Bienestar. Francamente, son resultados negativos, pero la esperanza está en ese colchón de fieles. En la provincia, el PSOE ha sido la fuerza más votada en 87 municipios; en 70 le saca más de diez puntos al PP. El panorama es negro, pero también hay brotes de esperanza, que son los que nos llevarán a ganar las elecciones autonómicas.
-Los resultados del 20-N no invitan al optimismo.
-Han sido 8 puntos de diferencia y dos meses antes las encuestas daban más de diez puntos de ventaja al PP. Ahora Mariano Rajoy va a tener que gobernar y tomar medidas y eso debe tener una traducción ante la sociedad, en negativo o en positivo. No sé si los andaluces vamos a aceptar tan bien como los catalanes la reducción en los hospitales, o los madrileños la de los interinos de la enseñanza.
-El PP se ha acercado como nunca en la provincia. Ha llegado a muros infranqueables en Alcalá de Guadaíra o Los Palacios.
-Han sido municipios donde el PSOE tenía diferencias extraordinarias y se han visto muy reducidas o, excepcionalmente como en Los Palacios, ha ganado el PP, porque en verdad tendría que haberse impuesto IU, que ganó las municipales. Ahí se demuestra que los pactos antinatura no funcionan. Pero la situación del partido en Sevilla es muy buena, tiene una estructura muy engrasada y está muy cohesionado. Desde el último congreso hay unos referentes muy claros, con su secretario general a la cabeza. Aquí no le dedicamos tiempo a las peleas internas.
-¿Viera seguirá siendo secretario general del PSOE de Sevilla tras el congreso de 2012?
-Eso lo tienen que decir las bases del partido. Pero a mí no me cabe la menor duda de que si José Antonio Viera quiere seguir liderando el PSOE de Sevilla, no va a tener ningún tipo de inconveniente. Es una persona de buen trato, afable y cercano, inteligente y conocedor de las tripas del partido, y sabe cómo lidiar con los problemas. Si él quiere repetir, no creo que haya problemas.
-¿Y él quiere?
-Él está fuerte y está convencido de que no lo estamos haciendo mal, y ahí están los resultados. Y, para lo bueno y para lo malo, se le imputa a él el éxito relativo de las últimas elecciones.
-¿Cómo vería que Griñán encabezara la lista por Sevilla?
-Creo que Griñán tiene la petición de diferentes responsables políticos provinciales para que encabece la provincia que él estime conveniente. Yo digo lo mismo que Viera: sería un honor el que él encabezara la lista por Sevilla.
-Arenas dice que Griñán no llega a marzo.
-¿Y por qué duda de que será candidato cuando él lleva 30 años de trompicones a trompicones?
-¿Qué espera del congreso federal? ¿Rubalcaba debe optar a la Secretaría General?
-Lo que debe haber es libertad absoluta para que los militantes que puedan se presenten. Habrá una votación democrática y el que más votos saque será un referente de cara al futuro. Independientemente del compañero o compañera que salga, los socialistas andaluces tenemos que tener peso y presencia destacada.
-¿Susana Díaz suena como secretaria de Organización?
-Susana donde esté va a tener muy presente el sentido de la responsabilidad, el trabajo constante y permanente, la lealtad con la persona, hombre o mujer, que dirija el partido. Es una dirigente que sabe llegar al consenso pero también sabe aplicar la mano dura cuando es necesario.
-Para el PSOE andaluz qué supondría que se fuera a Madrid.
-Sería un orgullo y un reconocimiento a su peso político, pero ahora está centrada en Andalucía y en la organización de nuestra campaña a las autonómicas. Y habría que ver si compensa vestir a un santo para desvestir a otro.
