–¿Cómo surgió la idea para esta función juntos?
[Fernando Tejero] –Tenía muy claro que quería hacer teatro, pero con gente que me motivara. De repente coincidí con Julián en televisión. Luego hicimos un curso juntos y...
[Julián Villagrán] –Contactamos con Juan Cavestany y le propusimos que nos escribiera algo. Él estaba muy ocupado y nos dijo que le resultaría más fácil hacer una adaptación. Ahí surgió Piedras en los bolsillos.
–¿Cuales son las principales diferencias entre la obra original y la adaptación de Cavestany?
[F.T.] –Se nota muchísimo la mano de Juan, pero aunque su humor es español, tiene un toque oscuro, retorcido y sobrio muy inglés. Aparte, allí la obra transcurre en un pueblo de Irlanda y aquí en Andalucía. Pero la esencia de lo que se cuenta, que es la trastienda del cine, sigue presente.
[J.V.] –La escena estrella de la función es creación de Juan, no viene en el original.
–¿Esa trastienda del cine la han vivido ustedes en sus carnes?
[J.V.] –La realidad supera a la ficción.
[F.T.] –Yo lo he vivido, y no sólamente en cómo se trata a los actores figurantes, sino incluso a la gente de producción. Es un error tratar a los actores como si fueran dioses. El actor que crea que por dedicarse a esto está por encima de todo el mundo y por encima del bien y del mal está muy equivocado.
–¿Cómo fue la preparación de la obra?
[J.V.] –Fue duro porque estamos acostumbrados a analizar el texto, ver las escenas y por dónde respira cada personaje antes de ponernos a ensayar. Pero el director que escogimos (Hernán Gené) quiso montar un esquema de movimiento antes de meterse en los personajes, y eso a nosotros nos resultaba muy desconcertante.
[F.T.] –Y pasó factura porque nos angustiábamos. Yo llegué un día fatal y me puse a llorar, al día siguiente se angustiaba Julián... Pero cuando ves el resultado es muy gratificante.
–¿La improvisación ha hecho que la obra evolucione a lo largo de las funciones?
[J.V.] –Por supuesto, también porque vamos profundizando en los personajes.
[F.T.] –La crítica más tibia que tuvimos fue de hecho la del estreno en Avilés, decía que tal vez en el primer trozo de la tarta no está la crema.
–Fernando, ¿por qué dice que donde más cómodo se siente es en el teatro?
[F.T.] –Porque cuando uno puede escoger el proyecto que quiere y con quien quiere, es lo mejor que te puede pasar.
–¿Volverán ustedes a trabajar juntos?
[J.V.] –Estamos condenados, todo el mundo dice que hacemos muy buena pareja.
–Fernando, ¿por qué no quiso trabajar en La que se avecina?
[F.T.] –Porque era el mismo perro con distinto collar.
–¿Qué le parece que su famosa frase de Aquí no hay quien viva se convirtiera en eslogan de seguridad de tráfico?
[F.T.] –Me parece genial que se utilice para algo benéfico o campañas solidarias, pero se hicieron camisetas, gorras, bolígrafos... y yo no gané dinero con esa frase, mientras que otros sí.