Ferraz quiere paz y salió ayer, por segunda vez, en rescate de José Antonio Griñán. La ejecutiva federal pide que se aparque la guerra del PSOE andaluz hasta que pasen las elecciones, que deben de ser la prioridad, avisan, y respaldará públicamente a Griñán, al menos hasta el 26 de marzo. “Aquí ya no hay rubalcabistas”, advirtió la vicesecretaria general, Elena Valenciano. Es la conclusión después de que la dirección federal de Alfredo Pérez Rubalcaba interviniera tras el estallido del PSOE andaluz a un mes de las elecciones andaluzas. El asunto prioritario era salvar otra vez a Griñán –le dieron la presidencia del partido tras su derrota en el 38 Congreso donde su equipo se la jugó por Carme Chacón– y poner orden en el PSOE de Sevilla tras la dimisión de su secretario general, José Antonio Viera. Esa bomba activada a 42 días de los comicios no ha gustado en absoluto en Ferraz. Se creó una gestora que presidirá el exportavoz parlamentario Manuel Gracia. La lista de Sevilla no se tocará, según aseguraron fuentes del partido.
Pero en Ferraz no solo se habló de Sevilla. La dirección del PSOE andaluz consiguió vía libre, según fuentes socialistas, para que sí se toque la lista de Cádiz, que se aprobó excluyendo a los afines a José Antonio Griñán. Otro gesto más para reforzar a un candidato que no puede llegar en peores condiciones a la recta final. Se harán “pequeños ajustes” en otras candidaturas. Pero en ningún caso el PSOE andaluz, confirmaron desde San Vicente, accederá a negociar las listas andaluzas en su globalidad como exigen los críticos y afines a Rubalcaba. De los despachos del PSOE en Madrid salió todo atado, según fuentes del partido.
La secretaria de Organización del PSOE andaluz, Susana Díaz, abandonó ayer Ferraz tras varias horas de reunión con Valenciano, y el secretario de Organización, Óscar López. Hoy el partido en Andalucía ha convocado la Comisión Regional de Listas y mañana miércoles está previsto el Comité Director que dará luz verde a las candidaturas para las elecciones andaluzas del 25 de marzo. Solo después hablará el federal. Díaz fue especialmente cauta y se negó a avanzar que va a ocurrir. Quiso, dijo, ser “respetuosa” con los órganos del partido. Su principal mensaje es que se había logrado recomponer la situación y firmar la paz.
La dirección del PSOE de Cádiz estaría dispuesta a admitir en su lista a griñanistas siempre que, defienden fuentes de los socialistas gaditanos, se imponga la misma vara de medir a los secretarios provinciales afines a Griñán (Almería, Málaga y Córdoba) que también han dejado fuera a sus críticos, en este caso contrarios a la dirección andaluz y partidarios de Rubalcaba. Pero San Vicente se niega a admitir este juego de mayorías y minorías y ha conseguido del federal, que no quiere más espectáculos, el respaldo que necesitaba.
Ferraz también trató ayer de tender puentes con los rubalcabistas, ellos han sido su principal apoyo en Andalucía ante la dura estrategia de Susana Díaz a favor de Chacón.
Desde el equipo de Rubalcaba se pidieron “gestos” en provincias como Cádiz apelando a la importancia de aparcar esta guerra y frenar la descomposición del partido. Lo que ocurra hoy está abierto. Como bien advertía ayer algún dirigente puede detenerse la hemorragia o incluso ir a peor. No es nada nuevo los enfrentamientos abiertos y de gran dureza entre el secretario provincial del PSOE de Cádiz, Francisco González Cabaña, con Díaz y Griñán. Ocurrió con las listas de las municipales, volvió a repetirse con las listas al Congreso y el pulso sigue abierto con las candidaturas al Parlamento.
El PSOE andaluz asegura que Griñán se reunió el viernes a primera hora con Cabaña y se cerró un acuerdo de una lista de integración, que daba cabida al consejero de Gobernación, Francisco Menacho, el delegado de la Junta, Manuel Jiménez Barrios, y a la representante de Juventudes Isabel Armario. Pero el líder gaditano finalmente no aceptó la propuesta por no responder a la mayoría de la provincia, alegó, y se aprobó una lista sin griñanistas que respaldó el 75% de la ejecutiva y el Comité Provincial por aclamación. Los críticos ni entraron a la reunión.
Lo de Cádiz puso el domingo la puntilla a un PSOE roto desde el 38 Congreso. La dirección gaditana, donde Luis Pizarro sigue siendo un referente, excluyó a los críticos como respuesta a lo ocurrido en Sevilla y también en Almería, Málaga y Córdoba. Los rubalcabistas exigen que entren en las listas el almeriense Martín Soler, José Aurelio Aguilar –de la corriente crítica malagueña– o el cordobés Joaquín Dobladez.
Los detractores de Griñán aseguran que el presidente ha amagado con su dimisión si no sentía el refrendo de Ferraz, lo que en San Vicente niegan categóricamente. Habrá que ver hoy hasta donde son capaces de llegar unos y otros.