El francés Gael Monfils, 59 del mundo, venció a David Ferrer, quinto favorito, por 6-3, 3-6, 6-3 y 6-1, y alcanzó las semifinales de Roland Garros por primera vez. Allí se las verá con el número uno, Roger Federer. El honor español fue salvado por el dobles femenino, que jugará la gran final.
En dos horas y 27 minutos, y en el primer enfrentamiento entre ambos, Monfils, último de los 19 franceses que entraron en el cuadro y campeón júnior en París en 2004, acabó con las ilusiones de Ferrer de lograr su mejor actuación en un Grand Slam, mientras que el galo se apuntó la suya, tras ser octavofinalista en 2006.
Monfils se convierte en el primer francés en alcanzar las semifinales de los Internacionales galos desde Sebastien Grosjean en 2001, cuando perdió en esa ronda con el español Álex Corretja. Su rival será Roger Federer, que alcanzó esa ronda por cuarto año consecutivo después de vencer al chileno Fernando González por 2-6, 6-2, 6-3 y 6-4. El suizo no ha faltado a ninguna semifinal de los últimos dieciséis Grand Slam, lo que constituye todo un récord absoluto.
González tocó su techo en Roland Garros, pero no pudo superarlo porque se estrelló contra su bestia negra, al que puso contra las cuerdas al principio del partido pero contra quien terminó por sucumbir en cuatro sets. El chileno, favorito número 24, se marchó de París por la puerta grande pero decepcionado por no haber podido aprovechar las opciones que le dio el número uno del mundo, que todavía no ha afinado su juego en este torneo (ha perdido dos sets) pese a que ya está entre los cuatro mejores.
Virginia Ruano y Anabel Medina saltaron de alegría cuando ayer lograron, en su primer año formando pareja, la final de Roland Garros, un torneo que después de 16 temporadas volverá a tener un dúo totalmente español en la final. La dupla española, décima cabeza de serie, se clasificó para la final tras deshacerse de las primeras favoritas, la estadounidense Liezel Huber y la zimbabuense Cara Black, por 6-4 y 7-6 (7-2). Mañana viernes se medirán a la australiana Casey Dellacqua y a la italiana Francesca Schiavone.
En 1992, Conchita Martínez y Arantxa Sánchez Vicario perdieron la final contra la puertorriqueña Gigi Fernández y la bielorrusa Natasha Zvererva. Tres años después, Arantxa formó pareja con la checa Jana Novotna, pero cayó también ante las mismas rivales.
Fue a partir de 2000 cuando se produjo la irrupción de Ruano junto a la argentina Paola Suárez, y su combinación se hizo notar en París. Juntas alcanzaron la final ese año y luego los títulos en 2001 y 2002, el subcampeonato en 2003 y el título de nuevo en 2004 y 2005. En total, la pareja hispanoamericana logró apuntarse ocho trofeos del Grand Slam a los que Vivi sumó el de mixtos también de París junto a Tomás Carbonell en 2001.
