Nadal y Ferrer se verán las caras en la última criba del Godó. El tenista balear fulminó a su rival, mientras que al de Jávea, que disputará su primera final, le tocó sufrir durante más de dos horas de un intenso partido.
Rafa Nadal, el rey de la tierra batida, el hombre que ha ganado 102 de sus últimos 103 partidos en arcilla, fulminó en 50 minutos al alemán Denis Gremelmayr por 6-1 y 6-0 y jugará hoy su cuarta final consecutiva del torneo Conde de Godó.
Gremelmayr le duró un suspiro, medio entrenamiento, unos cuantos puntos de intercambio. El español derrotó a su adversario con un 6-1 y un 6-0 demoledores, como su tenis, en un partido sin historia que dejó al público de la central hambriento de algo más, como si hubieran pagado todo un menú y sólo le hubieran servido el aperitivo.
Seguramente hubiera sido muy distinto si Nicolás Almagro, un jugador con mucho más talento que Gremelmayr, no hubiera sucumbido el viernes en el 'tie-break' del último set ante el alemán. Pero el murciano, que se conecta y desconecta de los partidos como una facilidad pasmosa, dejó plantado a Nadal y cedió su sitio a un tenista menor, que ayer fue un juguete roto en manos del número dos del mundo.
Gremelmayr ha logrado meterse por fin entre los cien mejores del mundo, aunque ayer no tuvo ni fortuna ni capacidad de respuesta. Zurdo como Nadal, felino, de tenis heterodoxo y frágil en ocasiones, tiene como mayor logro, a parte de un par de 'challengers', haberle robado un set a Roger Federer en las semifinales de Estoril de este año.
Pero el tres veces campeón de Ronald Garros no es como el Federer de la tierra y barrió al alemán, cansado tras el tremendo esfuerzo del viernes, cuando acabó pasadas las nueve de la noche ante Almagro.
ferrer, su rival. El también español David Ferrer, quinto jugador mundial, por fin jugará su primera final del Godó, el objetivo que se había marcado antes de empezar el torneo. Al alicantino le costó casi dos horas sellar su presencia en la última ronda: un largo primer set (7-6), que tuvo casi perdido, y otro parcial mucho más liviano (6-3) en el que ya se sintió dominador de la situación, ante el suizo Stanislas Wawrinka, muy rocoso.
