La obra de la biblioteca del Prado, que promueve la Universidad de Sevilla y lleva la firma de la prestigiosa arquitecta iraquí Zaha Hadid, empezará este año. La Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Ferrovial y Urazca será la encargada de su construcción que, de cumplirse los plazos, durará dos años.
La mesa de contratación de la Universidad de Sevilla adjudicó ayer, después de tres meses de estudio de las ofertas presentadas (27 en total), la obra de la controvertida biblioteca del Prado, un proyecto de la arquitecta iraquí Zaha Hadid que se impuso en un concurso internacional de ideas a las propuestas de los sevillanos Cruz y Ortiz y Guillermo Vázquez Consuegra.
La Unión Temporal de Empresas (UTE) constituida por Ferrovial y Urazca Construcciones presentó la oferta más barata de todas. Finalmente, la biblioteca del Prado se construirá por un montante de 16,4 millones de euros, frente a los 22,5 por los que salió a concurso la obra a finales del verano pasado.
La Hispalense sigue, tras este nuevo paso, despejando incógnitas en relación a un proyecto tan emblemático. Ya no sólo sabe quién levantará la biblioteca central de la institución centenaria, sino que tiene el beneplácito legal para que la licencia le sea concedida sin problemas. Y es que hay que recordar que la suspensión cautelar del PGOU solicitada por la Asociación en Defensa del Patrimonio (Adepa) ha sido levantada parcialmente por el juez.
El Prado, antes afectado por esta medida, ha quedado merced a esta decisión judicial liberado. Es decir, el Ayuntamiento (léase la Gerencia de Urbanismo) puede conceder licencias de obra -caso de la que permitirá erigir la biblioteca universitaria- directamente y no a través de la Comisión Provincial de Patrimonio de la Junta de Andalucía, como ocurre en otras zonas como la Magdalena o la Encarnación (sin planes especiales de protección especial todavía), lo que provocará retrasos de hasta cuatro meses en la tramitación de permisos.
Ferrovial y Urazca no sólo asumen la construcción de la biblioteca, sino que -tal y como se recogía en el pliego de condiciones del concurso de adjudicación- deberán prever "actuaciones botánicas en zonas aledañas" por valor de 243.000 euros. Éste es precisamente uno de los puntos más delicados del proyecto, ya que un grupo de vecinos del entorno -con el apoyo del PP- se muestran contrarios a la construcción de este edificio dentro de los jardines del Prado, ya que entienden que ello supondrá una tala "masiva" de árboles.
Sin embargo, el mismo rector de la Hispalense, Miguel Florencio, ya ha aclarado que el inmueble sólo ocupará un 8% de la superficie del parque, lo que no obstante no ha mitigado las protestas.
"La implantación del edificio en el parque del Prado genera una huella ecológica que hay que compensarla a través del equilibrio de superficies verdes, la densificación y diversificación de la vegetación y la biodiversidad". Estas palabras recogidas en una separata dentro del proyecto de ejecución que ayer se adjudicó dan paso al compromiso por escrito de la Universidad de Sevilla de trasplantar 229 árboles y palmeras. 150 se recolocarán en Ingenieros (56), Bermejales (51), Odontología (34) y el Rectorado (9) y los 79 restantes irán a una parcela anexa mientras duran las obras.
Según los planes de la Hispalense, que pueden consultarse en su página web (www.us.es), la superficie de zona verde nueva es de 2.489 metros cuadrados, frente a los poco más de 930 metros cuadrados que serán ocupados por la biblioteca. El proyecto incluye también la ejecución de nueve zonas de juegos infantiles (de unos 240 metros cuadrados, el doble del espacio de ocio que actualmente presenta el parque).
