Cuatro días. Ése es el tiempo que ha durado la huelga indefinida convocada por UGT y CCOO para el campo sevillano. El paro general quedó suspendido tras una reunión ayer entre la delegada de la Consejería de Empleo, Aurora Cosano, y representantes sindicales, según anunció en una nota este departamento de la Junta de Andalucía.
El comunicado remitido a Efe recoge que ambas organizaciones sindicales trasladaron a la delegada los incidentes acaecidos en el desarrollo de la huelga y las irregularidades detectadas en el cumplimiento del convenio colectivo del sector.
La suspensión de la huelga fue decidida tras el compromiso de la Delegación de Empleo de Sevilla de atender varias peticiones hechas por los representantes sindicales, como la constitución de una mesa para analizar la situación y elaborar propuestas para su solución.
Además, se pide la puesta en marcha de una campaña informativa en materia de prevención de riesgos laborales y buenas prácticas en el campo sevillano, y que se inste a la Inspección Provincial de Trabajo al inicio de una campaña de vigilancia sobre el cumplimiento en materia laboral del convenio colectivo vigente.
La Delegación de Empleo, indicó la nota, ha asumido el compromiso y trabajará desde ya para encontrar una solución definitiva que evite conflictos futuros.
La huelga general indefinida en el campo en la provincia de Sevilla comenzó el pasado martes, y había sido convocada para exigir que se cumpla el convenio colectivo en materia de jornada laboral, salario o descansos. Este paro tuvo mayor incidencia durante la primera jornada y fundamentalmente en las fincas donde en estos días se recogen cítricos, especialmente en la zona de la Vega del Guadalquivir.
A esta convocatoria estaban llamados unos 30.000 jornaleros, aunque el primer día se impuso la guerra de cifras. Así, mientras que los dos sindicatos aseguraron que el 95% hizo huelga, la patronal Asaja-Sevilla negó que hubiera tenido prácticamente incidencia, y sus representantes tildaron el paro de "ficticio".
UGT y CCOO querían denunciar con esta convocatoria el incumplimiento del convenio colectivo en "muchas" fincas del campo sevillano y también el "fraude en la contratación" que, según su versión, se viene produciendo en los últimos meses, con especial incidencia entre el colectivo inmigrante.
