El convento sevillano de Santa Clara acogerá en noviembre el I Congreso Internacional de Flamenco como medio para sacar partido a la declaración de este arte como patrimonio inmaterial de la Humanidad por la Unesco a finales de 2010.
Dejará atrás el lirismo, la discusión entre el tópico y el vanguardismo para centrar los debates en cómo se le puede sacar rentabilidad a un arte "nacido en Andalucía pero que ya es de todo el mundo", como expresó ayer el consejero de Cultura, Paulino Plata, en la presentación a los artistas de este congreso en la sede de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco.
De hecho, el simple enunciado de los contenidos (mesas de trabajo con los títulos de El flamenco como patrimonio, el flamenco como industria cultural e incluso Las nuevas tecnologías aplicadas a la difusión del flamenco) dan una idea de que, en tiempos de vacas flacas, los organizadores prefieren generar "alianzas entre programadores culturales y empresarios" que profundizar en la paternidad de cantaores del siglo XIX y rescatar cantes poco comerciales.
Está dirigido a empresarios, profesionales, artistas, gestores culturales, investigadores, representantes de las peñas y aficionados, con una inscripción de cien euros -incluye tres almuerzos- y es convalidable para las universidades públicas de Sevilla.
Los organizadores buscan "crear un foro de encuentro y reflexión" respecto al flamenco y su papel en la industria cultural y en los medios de comunicación o sobre el impacto en el mercado de la evolución de esta música.
Se juegan algo más que dinero, pese a todo: "El flamenco es una de las expresiones que funciona como imagen de Andalucía", reza en el informe entregado a los periodistas. Y de ahí su conexión con el turismo, al ser uno de los ganchos que generan visitas. "El 60% de los asistentes a la última Bienal de Flamenco eran extranjeros", recordó Plata.
El congreso, que nace con la intención de repetirse -si bien su periodicidad se decidirá allí mismo-, se desarrollará entre el 10 y el 12 de noviembre con un presupuesto de 60.000 euros y la esperanza de que genere actividad. "Nace para impulsar el flamenco no sólo en cuanto a su reconocimiento, sino como instrumento fundamentalmente económico", aclaró Plata; y servirá también para que sus conclusiones completen un estudio estratégico denominado Libro Blanco del Flamenco, que se publicará tras el congreso.
A la presentación de ayer asistieron artistas tan variados como Arcángel o Matilde Coral ; el presidente de la federación de peñas flamencas, José María Segovia; e incluso la flamante directora general de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, María Eugenia Candil, entre otros.
El consejero insistió ante ellos que el congreso, que casi coincidirá con el primer aniversario de la declaración de patrimonio inmaterial de la Humanidad, servirá para poner en contacto a artistas con programadores, a éstos con críticos, a conocer "el fenómeno de las peñas flamencas, sólo en Andalucía 300, cuna de artistas, no se ve en otras manifestaciones artísticas". Y servirá asimismo para intercambiar experiencias entre todos "y conseguir acuerdos y alianzas".
El congreso tendrá un fin de fiesta aún no cerrado, pero que será una actuación en la Fundación Tres Culturas digna del reconocimiento otorgado por la Unesco, y como prólogo una conferencia del escritor José Manuel Caballero Bonald .
