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Flamenquísima estafa en el templo de lo jondo

El artista jerezano ofreció un concierto que incluía piezas ya trilladas y muy escuchadas en Sevilla en los últimos años.

el 27 sep 2012 / 21:39 h.

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Un momento de 'Travesía', de Carmen Cortés.

Teatro Lope de Vega. Travesía. Artista invitado: Gerardo Núñez. Cante: David Carpio y Rafael el Zambo. Percusión: Ángel Sánchez Cepillo. Contrabajo: Pablo Martín. Baile: Carmen Cortés. Entrada: casi lleno. Sevilla, 27 de septiembre de 2012.

Si en el programa de la Bienal se anunciaba el concierto de anoche de Gerardo Núñez bajo el epígrafe de Travesía, o sea, el título genérico de su último trabajo discográfico, ¿por qué el gran guitarrista y compositor jerezano no llevó a cabo la presentación al completo de lo que anunciaba en el programa? Otra estafa más. Me chifla Gerardo toque lo que toque, pero el concierto se llamaba Travesía y no hubo ninguna travesía. Todo fue de su repertorio habitual. Entiendo que los músicos que han colaborado en el último disco de don Gerardo estén cada uno en un sitio distinto del mundo y que reunirlos a todos para esta ocasión significaba mayor presupuesto. ¿No se sabía esto a la hora de programar el recital? Si se sabía, en vez de Travesía le podrían haber puesto Cepa o Mosteando. La Bienal está fallando demasiado en esto, quizá en lo más sencillo. Cada espectáculo debería de tener un programa de mano en el que conste el repertorio, porque supongo que a los asistentes les gustará saber si el guitarrista está tocando una soleá o una taranta, como el que va a la ópera o a la música clásica sabe de antemano, porque consta en el programa de mano y en la publicidad del concierto, que va a ver y a escuchar Las bodas de Fígaro o a disfrutar de Las cuatro estaciones de Vivaldi. El flamenco es también una música de aficionados, o sea, de personas a las que se les supone unos conocimientos básicos, pero estamos viendo que no es así, que en la Bienal de Flamenco hay un público nuevo que apenas distingue los palos. Por tanto, si no hay repertorio en el programa de mano y el guitarrista tampoco dice en el escenario lo que va a tocar, estamos contribuyendo poco a formar a los nuevos aficionados.

Lo cierto es que la Bienal programó Travesía, el último cedé de Gerardo Núñez, y la nueva obra brilló por su ausencia. En su lugar, el maestro jerezano nos deleitó con su repertorio de los últimos años, rondeñas, bulería por soleá, unas alegrías para que las cantara David Carpio, una soleá para que la bailara Carmen Cortés, su esposa -la soleá de siempre-, y unas bulerías marca de la casa. No faltaron el solo de su percusionista, El Cepillo, y el numero de éste con el chelista Pablo Martín en el que el chelo es utilizado como instrumento de percusión. O sea, un concierto de una originalidad que ponía la carne de gallina... Gerardo ha vuelto a Sevilla después de mucho tiempo para tocar lo de siempre. Bueno todo, claro, porque es un fenómeno y anoche tocó especialmente bien.
Lástima que haya contribuido a este monumental engaño de la Bienal de Flamenco, el de anunciar lo nuevo del guitarrista, con la carátula y todo del cedé Travesía como ilustración de la publiciad del concierto en la web de la Bienal. ¿Creen ustedes que esto podría ocurrir en alguno de los más prestigiosos festivales de música del mundo? En Sevilla todo es posible.

Había que ver la cara de algunos, en su mayoría jóvenes, que acudieron a escuchar lo nuevo del genio y se encontraron con la desagradable sorpresa. La mayoría de los asistentes alucinó escuchando cómo tocaba Gerardo, que parece que no pasan los años por él. Tenemos un público en la Bienal que es un auténtico chollo para los artistas. Habría que darle un Giraldillo.

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