Ha comenzado la cuenta atrás para la llegada de la Alta Velocidad a Málaga, prevista en vísperas de la Navidad, el próximo 23 de diciembre, y los políticos comienzan a disputarse la medalla de su autoría. El espectáculo se acentúa en la antesala de las elecciones. El PP organizó un mitin en Málaga, junto a medio millar de militantes, para reivindicar la responsabilidad de la llegada de la alta velocidad a la ciudad malagueña.
Pero el Ministerio de Fomento zanjó rápido la polémica y en cuanto supo que el ex ministro popular, Francisco Álvarez Cascos, estaba en un mitin en la localidad le invitó el próximo domingo a inaugurar la línea. Magdalena Álvarez puso el parche antes de que se abriera la herida y advirtió de que "no hay que buscar polémicas donde no las hay". "El Ejecutivo popular ha sido responsable de la ejecución de parte de la obra", admitió desmontando de un plumazo la estrategia de los populares.
Se equivocó poco la titular de la cartera de Fomento. El ex ministro del PP y todos sus acompañantes reivindicaron en el mitin posterior que fue su partido el que impulsó durante su etapa de gobierno el 99% de la línea de Alta Velocidad que unirá Málaga con Madrid. Cascos añadió que la capital de la Costa del Sol no le debe al PSOE "nada más que ocho años de retraso". "En el caso de la alta velocidad en el corredor Córdoba-Málaga dejamos licitados y en ejecución los 151 kilómteros de trayecto, a falta de tres kilómetros por problemas medioambientales", aseguró el popular, que reivindicó que fue la entonces alcaldesa de la ciudad, la diputada Celia Villalobos, "la principal impulsora del AVE".
