El Ministerio de Fomento aseguró ayer que las declaraciones de su titular, José Blanco, sobre una posible modificación de la fiscalidad, que podría afectar a las rentas superiores a los 50.000 euros, fueron realizadas el pasado miércoles, 26 de agosto, dos días antes del Consejo de Ministros y, por tanto, "están descontextualizadas".
"No tiene nada que ver la situación del miércoles con lo que explicó el presidente del Gobierno en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros", apuntaron a Europa Press fuentes de este departamento ministerial, acerca de la entrevista realizada por una agencia gallega y publicada ayer en un periódico local. Las declaraciones del Ministro de Fomento y Vicesecretario General del PSOE tuvieron mucha repercusión desde primera hora de ayer al no haber trascendido que eran anteriores a la comparecencia de Zapatero del pasado viernes.
Por eso mismo, las fuentes ministeriales indicaron que las afirmaciones de Blanco pierden validez "porque el criterio que determinó el jefe del Ejecutivo, y que explicó en su comparecencia, es que la posible modificación de la fiscalidad en ningún caso afectaría a las rentas del trabajo".
En la entrevista, el ministro afirmó que "una persona que tiene ingresos superiores a los 50.000 euros al año bien puede hacer una contribución extraordinaria en estos momentos de dificultad" y que "la medida tiene bastante sentido".
"Si vemos los ciudadanos que declaran a Hacienda, la inmensa mayoría tributan por menos de 30.000 euros de ingresos al año. Eso no sé si es clase media o no, pero cuando hablo de subir los impuestos a clases altas, me refiero a aquellos que declaran, por ejemplo, por encima de los 50.000 euros", dijo.
Por ello, pidió que "no se haga demagogia y que no se saque de contexto lo que se está planteando". Respecto a la crisis económica, señaló que "es una preocupación del gobierno, porque ya está durando demasiado tiempo en el ámbito internacional", una situación que "nos está llevando a tomar medidas extraordinarias para tratar de paliar sus consecuencias".
En este sentido, mostró su confianza en que la economía española vuelva pronto "a una senda de crecimiento y recuperación económica que posibilite a nuestro país seguir generando bienestar".
Tras las primeras declaraciones de Blanco tuvo que salir la vicepresidenta económica, Elena Salgado, quien, sin concretar, afirmó que toda la política fiscal se encuentra en revisión. El primero en hablar con claridad de subida impositiva fue el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, aunque para afirmar que el alza de los tributos será una medida "limitada y temporal".
Con estas palabras, el Presidente ha intentado minimizar el impacto de la subida, que ha supuesto la primera bronca con la oposición en el arranque del curso político. La clave está en matizar a quién le afectará la reforma fiscal, sobre todo por la mayoría de población con ingresos anuales bajos. De hecho, un reciente estudio realizado por los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) arrojaba que el 63% de los españoles -con autónomos y profesionales incluidos- es mileurista, al ingresar menos de 1.100 euros brutos al mes.
Funcionarios. Otra de las polémicas ha sido el planteamiento de una eventual congelación de sueldo a los funcionarios. Sobre este asunto, Blanco se preguntó que "quién ha hablado de congelación".
"Hemos hablado de la necesidad de buscar fórmulas que permitan que el próximo año haya una contención de los salarios públicos de tal forma que no pierdan poder adquisitivo en un futuro, aunque este año con la crisis y la inflación negativa es aconsejable una contención considerable en la subida de los salarios", concluyó.
