El mundo del flamenco sigue revuelto a cuenta de la manifestación que el pasado miércoles organizó un grupo de veteranos artistas contra la Junta de Andalucía por el "amiguismo" con el que, según denuncian, se reparten los contratos desde la administración.
Antonio Fernández Díaz Fosforito, portador de la Llave de Oro del Cante Flamenco, se pronunció ayer sobre esta polémica, después de haber sido duramente criticado por uno de sus compañeros de profesión, José Cortés Jiménez Pansequito, que le pidió que devolviera la citada distinción por no respaldarles en su protesta. El cantaor quiso dejar clara ayer su postura: "Yo siempre estaré con los flamencos. Si no acudí a la concentración fue porque tengo ya una edad, voy a cumplir 80 años, y no puedo ir detrás de una pancarta con la banderita, pero claro que los apoyo".
Pansequito expresó el pasado martes en rueda de prensa su descontento con la actitud de Fosforito por haberse negado a firmar el manifiesto en el que se pedía un reparto más equitativo del trabajo a la Consejería de Cultura, dándose la circunstancia de que el cantaor preside el consejo asesor del Instituto Andaluz del Flamenco (IAF) . De hecho, llegó a pedirle que "si no va a defender el arte jondo, devuelva la Llave".
Fosforito respondió ayer, en declaraciones a El Correo de Andalucía, a estas acusaciones: "La Llave no tiene que ver con esto, es un reconocimiento a más de 60 años dedicado a este arte, y ni siquiera es de oro de verdad", bromeó el artista, que quiso explicar su versión de los hechos.
"Cuando me llamó Pansequito para contarme que preparaba una manifestación, me dijo que sabía que ésta no era mi batalla, porque estoy retirado, y me telefoneó sólo para informarme, no para pedirme que participara o firmara nada. Yo le dije que tirara para adelante, pero que buscara un abogado para asesorarse bien. Sólo eso", aclaró.
A su juicio, Panseco "no está siendo justo". "Apoyo totalmente a los flamencos en esto y lamento el equívoco de un cantaor tan bueno como es Pansequito, que además es amigo, que diría lo que dijo en un momento de calentura", añadió.
Es más, Fosforito confesó haber mantenido recientemente una conversación con la directora del IAF, María de los Ángeles Carrasco, para pedirle que apoyara más a estos artistas, aunque ésta le contestó que lo que no puede es decirle a los organizadores de festivales que contraten a uno u otro flamenco.
En opinión del portador de la Llave del Cante, "el momento económico es difícil y hay jóvenes que están en el candelero e interesan a los promotores". Sin embargo, descartó que la Junta esté favoreciendo a unos en contra de otros. "La Consejería de Cultura no puede decirle a los ayuntamientos que contraten a uno u otro, es un problema muy difícil y no sé cuál puede ser la solución".
Fosforito reconoció que "es cierto que siempre son tres o cuatro" los que aparecen en los carteles, cuando "hay flamencos maravillosos", aunque lo atribuyó a que los promotores de los festivales los demandan.
No obstante, recordó a la Junta que ahora que el flamenco es Patrimonio de la Humanidad "tiene la obligación de velar por este arte", por lo que "tiene que buscar dinero de donde sea y evitar esta situación, porque hay mucho artista que está pasando hambre".
Además, Fosforito quiso precisar que su cargo como presidente del consejo asesor del IAF no le influye en absoluto en este asunto, ya que es un cargo meramente honorífico. "No asesoro nada, nunca me han pedido opinión para nada y además no me pagan nada, de hecho me cuesta el dinero, porque las comidas cada vez que voy a Sevilla me las pago yo", dijo.
Así, recordó que los únicos actos en los que se le ha demandado como presidente del consejo asesor han sido aquellos que se organizaron para promocionar la candidatura del flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, lo que deja en tela de juicio la necesidad de este órgano supuestamente consultivo.
SIN SOLUCIÓN A LA VISTA.
Al margen de la polémica por las críticas a Fosforito, lo cierto es que la situación está lejos de resolverse aún. Después de la manifestación del miércoles a las puertas del IAF, en la que participaron veteranos del mundo del flamenco de la talla de Pansequito, Calixto Sánchez, Aurora Vargas, Manuela Carrasco, José de la Tomasa o Chiquetete, nadie en la Consejería de Cultura ha planteado públicamente la posibilidad de recibir a los artistas críticos ni de buscar una solución a sus demandas.
Según denuncian, "mientras un puñado de artistas están copando todos los carteles de festivales, galas y premios, cobrando 6.000 o 10.000 euros por noche", otros muchos están "sin trabajo".
La Asociación de Empresarios del Flamenco ha pedido que se abra el diálogo para buscar una solución. De momento, no hay respuesta.
