La mayoría de las parejas sevillanas escogen la Plaza de España, el Alcázar, las calles del barrio de Santa Cruz o la plaza de América como decorados fotográficos ideales para inmortalizar su amor el día de la boda. Pero los novios que se casarán el próximo 18 de septiembre en la Basílica de la Macarena podrán añadir a su álbum de boda una insólita instantánea: la de los contrayentes luciendo sus nuevas alianzas de oro delante del paso de la Macarena sobre el césped del Estadio Olímpico.
No es que el estadio multiusos diseñado por los arquitectos Antonio Cruz Villalón y Antonio Ortiz García se haya colado de rondón en el circuito de los mejores decorados fotográficos de la ciudad para el reportaje de la boda. Es la manera que la hermandad de la Macarena ha tenido de compensar a las parejas que se casarán el día de la beatificación de Madre María de la Purísima en la Basílica por la faena que indiscutiblemente les va a suponer la ausencia de la Esperanza Macarena en su camarín en un día tan señalado en sus vidas.
Ése es el compromiso adquirido por la hermandad de la Macarena con los novios damnificados por la inesperada partida de la Virgen. Tanto es así, que la corporación facilitará a los organizadores de la ceremonia y al mismo Cecop las matrículas de los vehículos de los novios para que se les franquee el paso y puedan cumplir su deseo de inmortalizarse delante de la Virgen de sus amores el día que ella y él sellaron su compromiso.
Después del varapalo que les supuso conocer que no se casarían delante de la Virgen de la Esperanza, las parejas de novios han ido encajando bien las propuestas y alternativas que desde la hermandad se les han brindado para salvar el expediente de la mejor de las maneras posibles.
El madrugador traslado de la Macarema al Estadio Olímpico para presidir la ceremonia de subida a los altares de la séptima sucesora de Santa Ángela de la Cruz propiciará una imagen casi inédita en la Basílica. El Señor de la Sentencia ocupará el altar de la Basílica en una imagen insólita. Aún no está claro si el Cristo de Felipe Morales Nieto ocupará el lugar de la Esperanza en su propio camarín de plata, pero lo importante para los contrayentes es que "no nos vamos a casar delante de un sillón vacío", como asegura una de las parejas implicadas en alusión a la estampa más clásica en el montaje de los besamanos de la dolorosa.
Las facilidades otorgadas por la hermandad a estas parejas han sido máximas. No sólo les ha brindado la oportunidad de retratarse ante el paso de la Macarena el día de sus bodas, sino que les abre la puerta a que el día que quieran culminen el reportaje fotográfico de su enlace matrimonial en la propia Basílica a las plantas de la Virgen una vez que esté de vuelta en su camarín.
"La verdad es que la hermandad se ha portado extraordinariamente bien con nosotros. Después de la faena que supuso el conocer que no estaría la Virgen, una circunstancia imprevisible y que, por tanto, no podíamos controlar, sólo podemos tener palabras de agradecimiento hacia la hermandad, ya que han acogido todas nuestras propuestas y sugerencias y en todo momento han demostrado un interés inusitado por complacernos", señala una de las contrayentes que tiene fijada su boda para ese día y que prefiere permanecer en el anonimato.
"No deja de ser una mala pasada que el día de tu boda, después de meses de preparación y con la fecha pedida con mucha antelación, te comuniquen que la Macarena no estará en la Basílica por un hecho que, a buen seguro, lo merece, pero es justo reconocer que la hermandad está teniendo muchas deferencias con nosotros". Hasta puede que no les cobren el estipendio.
