Francia es, por detrás de Alemania, el segundo principal cliente del programa de transporte militar A400M, con medio centenar de pedidos, además del primer país de los siete socios lanzadores -junto con España, el Reino Unido, Turquía, Bélgica y Luxemburgo- que recibirá la primera entrega allá por 2013, tras revisar el calendario y contabilizar los más de tres años de demora que acumula la aeronave.
Precisamente por ese retraso, Francia mantenía conversaciones con EADS, el consorcio aeronáutico europeo que construye el A400M -que se monta en Sevilla-, para analizar distintas alternativas con las que suplir el vacío temporal hasta que llegasen sus primeras unidades a las Fuerzas Aéreas Francesas. Y es que tanto Francia como el Reino Unido han sido de los países que más han reivindicado la urgencia de contar con ese avión.
Y ayer el Ministerio de Defensa galo desveló cuál ha sido la opción definitiva, al anunciar que ha encargado a Airbus Military, la división de transporte militar de EADS y antigua EADS-CASA, ocho aviones del modelo CN235, uno de los productos propios de CASA que tienen su centro de producción también en Sevilla, en las mismas instalaciones de San Pablo donde se ensambla el A400M.
El montante del contrato, que se rubricó el pasado día 25, se eleva a 225 millones de euros, y prevé la entrega de las ocho aeronaves entre finales de 2011 y mediados de 2013, año en el que se incorporará el A400M a la flota del Ejército francés, con el objetivo de cubrir las necesidades en transporte militar hasta que llegue ese momento.
Un portavoz de la Dirección General del Armamento (DGA) explicó a Efe que se trata de aviones con capacidad para transportar 40 pasajeros o 50 toneladas de material y que cuentan con una autonomía de 3.500 kilómetros y están preparados para soltar su carga con paracaídas.
Los cincuenta encargos del A400M de Francia, que ya cuenta en su flota con 19 aviones de la familia CASA, está previsto que se reciban forma escalonada entre los años 2013 y 2024.
OPCIONES. Desde que se conocieran los continuos problemas tanto en la configuración de los motores como en varios sistemas del avión, desde EADS se propusieron varias alternativas para hacer más llevadera la espera.
Así, el consejero delegado del consorcio europeo Louis Gallois planteó como una opción utilizar una versión carguera del avión comercial A330-300 hasta la entrega del A400M.Al margen de las vicisitudes por las que ha atravesado el programa, lo cierto es que ahora se vive un momento de tranquilidad, después de que EADS alcanzara un acuerdo con los siete países clientes para relanzar el proyecto y darle continuidad.
Las naciones acordaron a principios de marzo una inyección extra al programa de 2.000 millones de euros -de los que España aportará unos 300- más otros 1.500 millones que la compañía devolverá conforme se vendan aviones a países externos.
Además, EADS respira más tranquilo tras no tener que asumir indemnizaciones por los retrasos y también al recibir anticipos de pagos entre los años 2010 y 2104 para un programa al que el fabricante ha destinado ya 4.200 millones en provisiones por pérdidas.
