Economía

Francia y Alemania piden limitar el déficit en la Constitución

Los líderes de las dos locomotoras de la UE proponen la creación de un gobierno económico europeo y harán un impuesto común para empresas.

el 16 ago 2011 / 16:53 h.

Rueda de prensa de los dos mandatarios en el Eliseo.

La esperada cumbre en pleno agosto celebrada ayer entre la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, dio algunas pistas sobre cómo se planteará la política económica de la Eurozona en los próximos meses.

Entre los anuncios que dieron a conocer los líderes de las dos locomotoras europeas, resaltó la propuesta que realizarán a los 17 países de la Zona Euro para que introduzcan en sus respectivas constituciones en el verano de 2012 "un objetivo para regresar al equilibrio presupuestario". La llamada "regla de oro" es "una norma de sentido común", aseveró Sarkozy.

El objetivo es que cada país se comprometa a alcanzar el déficit cero, según explicaron ambos líderes tras la cumbre celebrada en París. Merkel insistió al respecto en la necesidad del "autocompromiso de nuestros Parlamentos". Esto supone un paso más en la gobernanza económica europea frente a la capacidad de los Estados para decidir por sí mismos.

En este sentido va otra de las iniciativas puestas ayer sobre la mesa por los dos dirigentes europeos. Sarkozy explicó que la intención es "crear un gobierno auténtico de la Zona Euro". Este gobierno económico estaría formado por los jefes de Estado y de Gobierno, se reuniría dos veces al año o más y tendría un presidente permanente durante dos años y medio. La alianza francoalemana pidió que su primer presidente sea el actual del Consejo Europeo , Herman Van Rompuy.

Otra de las iniciativas que quieren impulsar tanto Merkel como Sarkozy es una tasa para las transacciones financieras. El presidente francés añadió que los ministerios de Finanzas de los respectivos países presentarán este septiembre la propuesta común de tasar las transacciones financieras, una medida que el presidente francés dijo que para ambos era "prioritaria".

Asimismo, el presidente galo anunció que Francia y Alemania pretenden aplicar a las empresas alemanas y francesas a partir de 2013 un impuesto de sociedades común, como demostración de la "convergencia franco alemana".

Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, valoró positivamente las medidas anunciadas esta tarde en París porque "suponen un importante avance para la unión económica de la Eurozona". Según informó La Moncloa, Zapatero siguió la reunión de Sarkozy y Merkel desde su despacho. El jefe del Ejecutivo se reunió, a su vez, con la vicepresidenta para Asuntos Económicos, Elena Salgado, el ministro de Fomento y Portavoz, José Blanco, y el director del Gabinete del Presidente, José Enrique Serrano, para tratar las nuevas medidas que se van a aprobar el viernes.

Eso sí, Merkel y Sarkozy no abordaron la cuestión de los eurobonos en esta cumbre , que sí interesaba al Gobierno español, ya que en la actualidad no soluciona los problemas por los que atraviesa la Zona Euro, aunque Sarkozy añadió que "pueden suponer la culminación de su integración" económica. De hecho, horas antes Salgado dijo que los eurobonos pueden ir abriéndose camino "poco a poco", pero para convencer de ello a los países más reticentes es necesario que los países que tienen que hacer reformas las pongan en marcha "con toda profundidad y determinación".

Defensa del euro. Por otra parte, Sarkozy destacó la determinación de ambos países en la defensa de la moneda común europea y señaló que están asumiendo sus responsabilidades en una situación que no deja dudas sobre su "complejidad".

Así, defendió que el euro ha proporcionado un gran progreso a Europa y la ha hecho más fuerte, pero también requiere el respeto de unas reglas obligatorias.

En este sentido, Merkel incidió en el compromiso de Francia y Alemania para reforzar el euro como divisa común y defenderlo, así como para ponerse manos a la obra de forma inmediata con este objetivo para transmitir más confianza a los mercados, lo que implica imbricar más las políticas de la Eurozona. La canciller recalcó que esta situación ha surgido a lo largo de los años, por lo que no es razonable esperar que desaparezca "de la noche a la mañana", y añadió que no existen "varitas mágicas" para solucionar los problemas, sino que este proceso requiere tiempo. Así, insistió en la importancia de recuperar la confianza perdida porque el euro es "el futuro" y la "base del bienestar" en Europa.

Asimismo, reclamó a los distintos estados miembros de la Zona Euro un mayor compromiso y que se respeten las normas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que obligan a un presupuesto equilibrado y a una reducción paulatina del endeudamiento.

Frenazo de alemania. Todo ello en un día marcado por los malos datos económicos para Alemania. El PIB alemán, que venía creciendo a un ritmo del 1,5%, avanzó en el segundo trimestre apenas un 0,1% intertrimestral, cuando se esperaba al menos medio punto porcentual.

A ello se une el dato de Francia conocido el pasado viernes, de que su PIB se estancó en el segundo trimestre , cuando no registró crecimiento alguno, en contraste con la fuerte expansión del 0,9% observada en los tres primeros meses del año, según informó el Instituto Nacional de Estadística de Francia (INSEE).

En respuesta a estos datos, Elena Salgado consideró que el leve crecimiento de Alemania es una mala noticia porque "buena parte" de las exportaciones españolas se dirigen a este país.

Ante esta perspectiva, la Comisión Europea instó ayer a los Estados miembros a "reforzar las reformas estructurales" tras admitir que los resultados preliminares de crecimiento económico en la UE publicados por Eurostat reflejan "un crecimiento moderado" y "una cierta desaceleración" que "sólo pone de relieve la necesidad de reforzar las reformas estructurales" emprendidas en los Veintisiete.

En este contexto, el Íbex 35 cerró la sesión con una leve caída del 0,4% y dejó atrás la tendencia positiva de las tres últimas jornadas, arrastrado por los datos económicos, que siguen alimentando el temor de los inversores a una nueva desaceleración.

El Íbex pudo moderar al cierre la fuerte caída que llegó a registrar durante algunos momentos de la sesión, cercana al 2%, gracias a la confirmación del rating a EEUU por parte de Fitch, pero no fue suficiente para que pudiera invertir la tendencia.

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