–¿Cómo encaráis esta novena edición del curso de verano?
–La encaramos con la dificultad del momento que estamos viviendo. Aunque nosotros nos crecemos en momentos de adversidad y desde la Universidad tenemos que luchar para que se salga de esta situación cuanto antes. Durante esta primera semana había programados seis cursos y hemos arrancado con cuatro. A eso se le une que los créditos de libre configuración que se ofrecen para los estudiantes universitarios ha dejado de tener ese carácter de obligatoriedad. Llevamos años haciendo una reflexión profunda y girando nuestro programa para que no sólo se dirijan a universitarios sino también a trabajadores, funcionarios o empresarios que quieran reciclarse.
–¿Cuál es la tónica general de este año?
–Nos hemos marcado el objetivo de que sea un programa muy vinculado con la actualidad. Los temas que intentamos plantear como ámbito de reflexión y de formación son actuales, del día a día. Dentro de todo eso, es cierto que hemos arrancado bien y a lo largo de las semanas el programa podrá concluirse y consolidarse, después de nueve ediciones.
–El número de alumnos ha bajado ligeramente este curso...
–Sí, la media general ha bajado. El año más alto fue 2008 con casi 1.800 estudiantes, más de 600 profesores y 42 cursos. (Este año son 1.100 alumnos repartidos en 38 cursos). La Universidad lleva años pensando que hay que ofrecer más calidad en lugar de cantidad. Nos hemos adaptado a una situación real. En cualquier caso, nuestra meta es llegar a la décima edición de unos cursos que nacieron en Carmona, fruto de una relación extraordinaria entre el Ayuntamiento y la Universidad.
–Tanto en la universidad como en el mundo laboral es cada vez más importante la formación continua. ¿Hasta qué punto creéis que ‘Olavide en Carmona’ aporta en ello?
–Como Universidad tenemos una clara función de servicio a la sociedad, por eso siempre hemos tenido una amplia oferta formativa en las distintas ediciones de nuestros cursos de verano. Para este año se presentaron casi 80 seminarios, aunque finalmente se concentró en 38. Esta selección la hace la comisión de valoración de programas.
–Será una tarea difícil...
–La verdad es que configurar un programa tan multicultural y multidisciplinar no es sencillo. Tienes que dejar fuera bastantes seminarios interesantes. Para mí es muy complicado hacer una selección ya que todos me parecen extraordinarios y se merecen un hueco. Eso es de agradecer porque la gente nos está proponiendo continuamente cursos, por eso cada año tenemos una oferta tan atractiva para alumnos de todas clases.
