El ciclismo español quiere completar con una victoria en Italia un año mágico que tendría la guinda si uno de los nuestros gana en la única prueba de prestigio que nos falta, el Mundial.
El Giro de Italia, el Tour de Francia, la Vuelta a España y los Juegos Olímpicos de Pekín ya se rindieron ante el poderío de los corredores españoles.
El escenario de la batalla será un recorrido de 260 kilómetros, en el que se darán 15 vueltas a un circuito de 17,3 kilómetros que atraviesa el corazón de la ciudad de Varese y que presenta dos subidas, la de Montello, con 1.500 metros al 6,5% de pendiente media, y la de Ronchi, tres kilómetros al 4%, que se corona a mil metros de la meta. Sobre este exigente trazado se librará un feroz duelo entre el corredor de casa, Paolo Bettini, actual campeón del mundo, y el español Óscar Freire, que buscará enfundarse en el jersey arco iris por cuarta vez en su carera.
Bettini lleva mucho tiempo pensando en su gran objetivo del año y ya ha avisado de que se siente mejor que en Salzburgo y en Stuttgart, donde conquistó sus dos primeros Mundiales. Además, la escuadra 'azzurra' es muy potente y su seleccionador, Franco Ballerini, tendrá a su disposición unos peones de lujo por si fallara la baza de Bettini, como son Damiano Cunego, Alessandro Ballan o Davide Rebellin.
El cántabro Óscar Freire lleva una temporada en la que no ha sumado muchos triunfos, pero parece en buena condición, pues ganó una etapa en el Tour y otra en la Vuelta y logró el maillot verde de la regularidad en la gran ronda francesa. A Freire le acompañarán hombres de tanta importancia como son Alejandro Valverde, Alberto Contador o Samuel Sánchez, unos grandes que asumen su papel secundario para ayudar al corredor cántabro.
Schlek estará. El presidente de la UCI, Pat McQuaid, aclaró que "por el momento no hay pruebas" que impidan la participación mañana del luxemburgués Frank Schlek en el Mundial , después de que la policía italiana irrumpiera en el hotel de su equipo para investigarle por dopaje.
