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Frente común contra la nueva A-4

Los municipios que se sienten perjudicados por el trazado elegido para convertir la A-4 (la antigua N-IV) en una autovía están dispuestos a dar guerra. Por lo pronto van a hacer frente común para empezar una batalla en la que, aseguran los más afectados, están dispuestos a movilizar a sus pueblos.

el 15 sep 2009 / 18:12 h.

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Los municipios que se sienten perjudicados por el trazado elegido para convertir la A-4 (la antigua N-IV) en una autovía están dispuestos a dar guerra. Por lo pronto van a hacer frente común para empezar una batalla en la que, aseguran los más afectados, están dispuestos a movilizar a sus pueblos.

La decisión del Ministerio de Fomento de apostar por una A-4 que pase más cerca de Lebrija y Las Cabezas de San Juan que de Utrera y El Cuervo ha caído como una bomba en estas dos últimas localidades, que tienen más de un proyecto vinculado al tráfico que pasa por la antigua N-IV. Por eso, y porque entienden que el trazado ahora rechazado era el que los propios técnicos de Fomento defendían, van a unirse para emprender acciones de protesta de manera conjunta, que van a empezar por cartas de queja a las administraciones y aprobaciones en pleno contra su elección.

El primer paso va a ser una reunión que se celebrará hoy en Utrera, municipio que ha citado a El Cuervo, Los Molares y las entidades locales autónomas (ELA) de El Palmar de Troya (Utrera) y Marismillas (Las Cabezas de San Juan). También estarán Marchena y Arahal, con una incidencia indirecta porque el nuevo trazado de la A-4 quitará buena parte del tráfico de la carretera A-364 (antigua A-394), del que se beneficia sobre todo al primero. La cosa no queda ahí, porque también están invitados los pueblos de la sierra de Cádiz, a los que el nuevo diseño les obligará a dar un buen rodeo: Espera, Puerto Serrano, Olvera, Bornos, Arcos de la Frontera y Villamartín.

La convocatoria tiene un innegable matiz político, ya que todos los municipios de la provincia de Sevilla que acudirán al encuentro están gobernados por PA (Utrera y Marchena) e IU (El Cuervo, Los Molares y Arahal). En estas localidades se recuerda que la opción defendida por los técnicos de Fomento es la que ellos reclaman, y que si al final se ha optado por la otra es sólo por beneficiar a dos municipios gobernados por el PSOE, Lebrija y Las Cabezas de San Juan.

Este argumento es rebatido desde el PSOE por su secretario provincial, José Antonio Viera, quien ha subrayado que la alternativa elegida beneficia a más población y además es más barata. El importe aún no está cerrado, sólo se sabe que el diseño ahora rechazado tenía un coste de poco más de 300 millones de euros: 296 para las obras y seis para las expropiaciones.

Visto lo visto, los más molestos -porque se consideran los más perjudicados- son los alcaldes de Utrera (Francisco Jiménez, PA) y de El Cuervo (Juan Garrido, IU). "El Cuervo es el pueblo al que más daño le hace, porque siempre ha vivido de la carretera", se queja su regidor, quien también lamenta que les "fastidian" su centro logístico de transporte y su diseño de suelo industrial. "Estamos dispuestos a dar guerra y a movilizar al pueblo", apostilla el mandatario.

El alcalde de Utrera no se anda tampoco por las ramas. "Es escandaloso que se juegue de esa forma con los intereses de los ciudadanos", un "capricho político" que, a su juicio, perjudica a todos los ciudadanos, que van a acabar cerca de Sevilla y "van a tener que circular 60 kilómetros más en muchos casos". Para Utrera, el trazado elegido aleja la A-4 de El Palmar de Troya (de aquí surge la A-364, que conecta con Arahal, Marchena y Écija) y sobre todo de Guadalema de los Quintero, donde se está peleando para ubicar un polígono que ahora perdería buena parte de su atractivo.

En Marchena, por su parte, no están dispuestos a renunciar al tráfico de camiones del que en buena parte viven bastantes negocios de la localidad.

A todo este malestar se le va a dar, en principio, una doble forma: escritos de protesta dirigidos a Fomento y a la Dirección General de Carreteras de la Junta de Andalucía, así como propuestas que se presentarán (y se aprobarán) en los plenos de cada municipio apoyando la alternativa rechazada (la 1B) y criticando la elegida (la 3A).

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