El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, ayer en el Parlamento.
Apenas tres horas antes los datos de la Encuesta de Población Activa deberían haber hecho retumbar las paredes del antiguo Hospital de las Cinco Llagas. Un millón cuatrocientos setenta mil andaluces en paro (1,47 millones). Cifra récord. Un indicador aún más negro que el nacional, con otro número escalofriante: más de seis millones de parados y 1,9 millones de hogares con todos sus miembros sin trabajo. ¿Qué se les ocurre? Miedo, pánico, desesperanza... Pues en el Parlamento la palabra fue calma.
Las cifras estuvieron allí, sobrevolaron el hemiciclo, se las echaron en cara, pero no cambiaron el guión que llevaban escrito los protagonistas del cara a cara que cada quince días queda en el Diario de Sesiones. El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, y el líder del PP-A, Juan Ignacio Zoido, se han acomodado en sus respectivos registros sin que nada sea capaz de hacerles virar el timón de sus objetivos políticos. El socialista se siente cómodo en la respuesta a su socio de Gobierno, Izquierda Unida, y frente a José Antonio Castro (IU) ataviado con una camiseta flúor en defensa de los trabajadores del Infoca disertó sobre la importancia de la educación. Lógicamente, con su compañero de filas, el portavoz socialista Francisco Álvarez de la Chica, para Griñán la comodidad se convierte ya en regalo. Y en ese envite, el presidente de la Junta aprovechó para hacer varios anuncios referidos a medidas para combatir la exclusión social. Y tras casi 20 minutos en este ambiente, Griñán se enfrentó a Zoido y tampoco pasó demasiado. Ambos se intercambiaron las pullas habituales pero rondando ya los lugares comunes de los jueves.
El líder del PP andaluz, Juan Ignacio Zoido, recordó que siete de cada 10 nuevos parados en España son andaluces. Y ahí arrancó su retahíla: El PSOE es una máquina de generar exclusión, paro y pobreza; ¿Qué modelo político quiere exportar al resto de España. El de la pobreza, el del paro y el que nos ha llevado a no tener garantizada tres comidas al día?; La incapacidad de dirigentes socialistas como usted nos metió a los andaluces en la crisis. Su pasividad y la entrega a los radicales de IU acabará enterrándonos en ella, llevaba escritos a modo de titulares. A medias, cruzó una oferta de reformas que Andalucía necesita, dijo, a gritos, le recordó que ha enviado varios documentos a San Telmo con propuestas y reclamó la renta básica para los más desprotegidos.
El presidente del PP-A, Juan Ignacio Zoido.
El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, siguió mirando a Madrid y pidió durante su intervención que se convoque la Conferencia de Presidentes para abordar medidas contra la exclusión social. Confirmó que solicitará además una reunión con el presidente Mariano Rajoy una vez que la próxima semana el Gobierno andaluz apruebe un decreto-ley contra la exclusión social que incluirá ayudas para las personas dependientes que están dejando de tener cobertura, una red de solidaridad alimentaria (donde se incluye la propuesta de dar tres comidas diarias en los comedores escolares) y un nuevo salario social. Además, la Junta propondrá reformas legales, que deberán articularse en el ámbito estatal, para proteger a los deudores más vulnerables, con medidas como elevar el mínimo inembargable del sueldo o que la deuda de pymes y autónomos queden saldada con el embargo.
Y llegaron los chascarrillos y las risas de su público. A ver si al final va a resultar que usted no es nadie si no habla de mí, le dijo Zoido al presidente, replicando así la acusación que recibió hace quince días, cuando Griñán le dijo que sin hablar de los ERE no era nadie. Le regaló clases particulares: Si quiere saber cómo se ganan elecciones me llama y yo se lo cuento. Griñán le recordó que su lista en las autonómicas por la provincia de Sevilla batió a la del PP y bromeó con las políticas prochinas de los populares, después de que María Dolores de Cospedal haya pasado los últimos días firmando convenios con el Gobierno de ese país. Su oposición es desconcertada y desconcertante. Diría que es una oposición en simulación diferida, ironizó Griñán. Se acordó del difuso liderazgo de su adversario en el PP-A: Usted ha dejado claro que no le interesa nada Andalucía y que solo le interesa Sevilla. Pero el ambiente estaba frío. Tan soso que hasta una socialista se arrancó a aplaudir a su jefe y nadie la secundó. Puro trámite.
