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Fritzl mantuvo también encerrada durante años a su propia madre

Josef Fritzl, el jubilado austriaco que durante años secuestró y violó a su propia hija en un sótano, confesó que también encerró a su madre durante años hasta su muerte. El informe psiquiátrico elaborado para su juicio revela que sufrió malos tratos en su infancia, algo que marcó su vida.

el 15 sep 2009 / 17:38 h.

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Josef Fritzl, el jubilado austriaco que durante años secuestró y violó a su propia hija en un sótano, confesó que también encerró a su madre durante años hasta su muerte. El informe psiquiátrico elaborado para su juicio revela que sufrió malos tratos en su infancia, algo que marcó su vida irremediablemente.

Fritzl mantuvo secuestrada varios años a su madre en el piso superior de su propia casa, en el que tapió las ventanas para que no viera nunca la luz del sol. Así lo señalaron ayer el diario sensacionalista Österreich y el semanario News en sendos reportajes en los que incluyen extractos del informe psiquiátrico elaborado para el juicio contra Fritzl. El conocido como monstruo de Amstetten, que aseguró haber sido maltratado por su madre en la niñez, la acogió en los últimos años de su vida en la casa familiar, donde paulatinamente cambió su rol de víctima y comenzó a vejarla hasta su muerte en 1980.

La encerró en la parte superior de la vivienda y tapió con ladrillos las ventanas para que nunca más viese la luz del día y la trató como a una presa hasta su muerte, aseguraron News y Österreich, citando el informe psiquiátrico. Fritzl adquirió su casa natal en Amstetten en el año 1959, y al poco su madre fue a vivir con él y con su nuera. Aunque no se sabe con exactitud cuánto tiempo tuvo encerrada la madre de Fritzl, algunos medios locales llegaron hoy a especular que fueron 20 años.

El detenido relató a la psicóloga Adelheid Kastner la tormentosa relación de amor y odio que le unía a su madre. Aseguró que su madre lo crió sola, aunque no le dio amor. "Me pagaba y me pateaba hasta que me caía al suelo y sangraba", dijo.

Fritzl confesó que temía a su madre más que a ninguna cosa y que la odiaba por sus continuos insultos, en los que lo tildaba de "satán, inútil y criminal" y le prohibía practicar deportes y tener amigos.

Cruel y dominante. Antes de encerrar a su hija Elisabeth en un sótano, donde la mantuvo en cautiverio durante 24 años, Fritzl ya había sido acusado de haber violado a una mujer a finales de los años sesenta. A través de su comportamiento sexual y de la brutal dominación hacia las mujeres, Fritzl pretendía compensar las humillaciones sufridas de parte de su madre, según el informe. Él mismo aseguró a la psiquiatra que le entrevistó: "Nací para la violación y pese a ello, aún me contuve largo tiempo". Fritzl era incapaz de ver los riesgos o consecuencias de sus actos y era capaz de adaptar su visión del mundo a sus expectativas.

Siete hijos-nietos. Durante los 24 años que estuvo encerrada en el sótano, Elisabeth dio a luz a siete niños, uno murió poco después de nacer y tres de fueron adoptados oficialmente por Josef y su esposa, Rosemarie, tras simular que la hija-madre había huido para refugiarse en una secta desconocida y había abandonado a sus bebés delante de la casa de sus padres.

Los otros tres hijos-hermanos de Elisabeth nacieron y vivieron siempre bajo tierra, sin ver la luz del sol hasta el pasado abril. Se espera la rehabilitación tanto física como sobre todo mental de unos seres humanos que podrían llevar en el futuro una vida relativamente normal.

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